Cap. 40
Valentina
Mi esposa y yo estamos aún de luna de miel paseando por Venecia, paseos en bote, isla desiertas, haciendo el amor, disfrutando de unos días maravillosos.
Hoy es nuestro último día en este lugar mágico, volvemos a casa, a nuestra casa, ya tenemos una vida conociéndonos, algún tiempo viviendo juntas y ahora como una familia, puedo decir que gane mucho a su lado, y ahora voy a cuidar mi regalo.
- Este lugar es hermoso, podemos caminar libremente por las calles con la mujer de tu vida y tener una conversación normal de cosas tontas. Me decía Juls cuando caminamos por las calles de Venecia.
- Yo estoy muy encantada de este lugar amor, pero en cualquier lugar del mundo seré feliz siempre y cuando estés tú a mí lado. Ella paso su mano por detrás de mi espalda y me dio un beso en mi mejilla.
- Te amo mucho.
Una tierna conversación surgió en nosotras, caminando, tomando fotos, adquiriendo recuerdos para tener para el futuro largo que queremos vivir, mi esposa y yo. Eso es tan lindo.
***
Llegamos casa y a Juls se le ocurrió de cargarme para pasar por la puerta.
- Te juro que traerá buena suerte. Me decía.
- Eso espero porque yo solo quiero ser feliz a tu lado mi reina.
Ella me llevo cargada hasta pasar la puerta principal de nuestra casa
- Bienvenida a nuestra nueva vida amor. Me dijo esas palabras tan dulces y me baje de sus brazos antes de caer al piso y tome su rostro para comenzar a bautizar nuestro hogar con nuestro amor y nuestra pasión, que nuestro primer día de casadas sea lleno de mucho amor.
Ella me llevo entre besos y caricias a la recámara, donde nuestra ropa comenzó a desaparecer de nuestros cuerpos y a quedar totalmente desnudas ante la vista de nuestras miradas. Me gusta todo de mi esposa, como jala mi labio y hace sonar el beso al separar nuestros labios húmedos, estoy enamorada de la mujer más maravillosa, mi dulce mujer, nos dimos placer, llevando nuestro amor al máximo éxtasis de nuestro amor.
***
- Te amor Juls, sabes que hermoso es amanecer contigo y pensar que estuve a punto de vivir toda mi vida sin ti.
- Pero yo no me daría por vencida tan fácilmente. Me decía mi reina en la cama, abrazadas, desnudas, medio nos cubría una sábana y entre historias y anécdotas de cómo nos fue en Venecia nos quedamos dormidas.
***
Los días comenzaron a pasar, ya los días libres pasaron, y volvimos a la rutina diaria, ya con nuevos proyectos de vida, juntas. Yo había ganado un premio y mi esposa seguía siendo la jefa.
Desde que nos casamos procuramos atendernos mutuamente, a pesar que tenemos ayuda en muchas áreas con Martha, yo le hago cenas, ella me prepara los desayunos y a veces salimos a cenar a casa de mis padre o de los padres de ella.
- Dónde está la mujer que me hace perderme en pensamientos y no me deja concentrarme en mi trabajo. Me decía mi esposa al entrar a la casa.
- Aquí amor, ven estoy en el jardín, terminando de arreglar.
Ella llegó al jardín y me dio tomo de la cintura y me cargo, me dio un par de besos y me bajo.
- Te amo mi amor, te extrañé
- Por favor dejen la cursilería, que tienen compañía. Nos decía Mariana que iba llegando detrás de mi reina.
- Pues yo no me quejo, así de bonito es que el amor, que te traten con cariño. Decía Lucho quien traía algunas botellas de licor.
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Mi mejor amiga
FanfictionJuliana Valdez y Valentina Carvajal desde niñas son mejores amigas, al crecer, Juliana mostró un total interés por las mujeres en especial por su mejor amiga, después de un primer beso que ocasiona una separación, ellas vuelven a reencontrarse para...