Parte 25. Cambios

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Abrazarse, cuando no se encuentran las palabras justas por falta de claridad metal o porque no existen; los abrazos son el idioma que siempre permite entenderse sin importar el contexto. Y así habían pasado los caóticos días siguientes, abrazados los cinco, como un uno individual, abrazados estuvieron en la funeraria, abrazados la dejaron en el panteón, abrazados regresaron a la casa que siempre fue grande pero que ahora se sentía enorme; abrazados, sosteniéndose, conteniéndose los unos a los otros, aceptando, dejando ir, conciliando con la vida y regresando a la cotidianidad lidiando con el peso de la ausencia, pero con la gratitud porque existió y por el legado que dejó.

-Quizá es demasiado pronto, pero creo que es hora de hacer cambios. -Les dijo Grace rompiendo el silencio en el que permanecían, sentados en la isla de la cocina, los cinco, un mes después de haber despedido a la abuela.

-De qué cambios hablas, Mami? -Se interesó Camila, mientras Sasha, Richard y Lauren miraban a Grace, esperando a que se explicara.

-Varios, pero para empezar, de esta casa. -Dijo con la mirada centrada en su tasa de té.

-Me gustaría que fueras específica y nos hables ampliamente, Mami. -Con suavidad le respondió Camila. -No quiero empezar a interrogarte como si te tuvieras en el estrado judicial.

-Tu mamá no quiere vivir más aquí. -La delató Richard, quien estaba impacientándose con su mujer, que había perdido la elocuencia que solía caracterizarla.

-Estuvimos hablando con Richard. -Dijo mientras miraba a su marido con ojos furiosos. -Esta casa es demasiado para nosotros dos.

-Entiendo, mami. -Camila lo veía venir, ella también lo había pensado. -Pero no excluyas a Sasha o es que la vas a mandar a vivir sola? -Intentó bromear para relajar la conversación.

-Sobre eso, yo tengo cosas por decir. -Intervino Sasha, con el rostro serio.

-Estoy empezando a perder la paciencia. -Les advirtió Camila. -Hablen de una vez, digan todo lo que necesiten decir.

-Sasha se quiere ir a perder el tiempo por el mundo y tu mamá no quiere vivir más aquí. -Soltó Richard, quien realmente había perdido la paciencia.

-A ver, a ver, a ver. -Camila se puso de pie como un resorte y  exhibiendo las palmas de las manos hizo la señal de alto. -Primero, mami, estoy de acuerdo contigo, ahora hablamos sobre eso. Segundo, explícate Sasha, qué es eso qué está diciendo Papo?.

-Quiero irme una temporada a recorrer Asia. -Si se trataba de ser directa, ella estaba por la labor. 

-Sabes que adelanté créditos y ya terminé. -Le dijo con simpleza. -También sabes que tengo dudas sobre qué estudiar profesionalmente, por lo que quiero tomarme un tiempo para replantearme cosas y decidir qué quiero ser el resto de mi vida.

-En qué condiciones te irías? -Volvió a preguntar Camila. En su cabeza sonaban las palabras de la abuela sobre que a su hermana le faltaba conocer mundo, quizá así como se lo dijo a ella, también se lo dijo a su hermana.

-Eso depende de ti y de si quieres financiarme el viaje, porque mis ahorros son exiguos. -Le dijo con una sonrisa descarada.

-No hablemos de dinero. -Le ordenó. -Dime lo demás. -Aunque sabía que en memoria de su abuela, ese viaje debería ser un acierto, no podía evitar sentirse ansiosa al imaginar a su hermana lejos y sola.

-Quiero estar en algunos lugares de india, China, Japón y Corea del Sur, pero lo que más me interesa es recorrer el suroeste asiático. -Les informó.

-Cuánto tiempo? -Volvió a preguntar Camila, sintiéndose cada vez más ansiosa.

-Eso también depende de ti y del tema que no quieres que hable. -Le sonrió de oreja a oreja. -Pero la verdad es que aún no se cuánto tiempo vaya a estar, solo diré que el necesario.

Divinas leyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora