Camila se dirigía en un coche del despacho rumbo a la corte, donde el juez del tribunal de familia que llevaba el caso de divorcio de Josephine, finalmente les dictaría sentencia. Tenía que asistir ella sola para asistir a la actriz, porque Lauren estaba atendiendo asuntos de su despacho programados con antelación a que se les notificara de esta audiencia, por lo que no podía asistir.
Cuando el chófer le avisó que ya habían llegado, bajó apurada acomodándose la bolsa en el hombro, llevando en la mano izquierda el maletín ejecutivo y subió los escalones a toda prisa. No bien hubo llegado al nivel del piso, pudo ver a Josephine acompañada por Jolene, charlando amenamente, al parecer, con James y de inmediato sintió la furia correr por sus venas.
-Buenas tardes, señora Carlson. -La saludó con el tono que usaba Grace cuando la sorprendía haciendo una pilatuna en su niñez.
-Licenciada, buenos días! -Le devolvió el saludo con formalidad al notar el rostro serio en su abogada.
-Me permite un momento, por favor? -Le pidió ignorando a James, que la miraba molesto al notar la tensión que de repente se sentía entre ellas.
Josephine se disculpó con su exmarido y siguió a Camila, quien se había movido unos pasos para distanciarse de James.
-Qué sucede? -Le preguntó Josephine con disgusto y a la defensiva, tonta no era y había notado perfectamente que estaba molesta.
-No puedo decirte como manejar tu vida, Josephine, pero mientras sea tu abogada, vas a tener que seguir mis reglas. -Le soltó enojada mirándola con dureza.
-Eres mi abogada, pero no mi madre. -Le respondió altanera.
-Si vas a mostrarte ante el juez como íntima amiga de tu ex marido, no te vas a poner a llorar culpándome de que les de la custodia compartida de los niños. -Le advirtió señalándola con el dedo. -Si eso llega a pasar, serás tu la responsable, o cómo pretendes que convenza al juez de que ese peligroso hombre, alcohólico, irascible y violento, no se puede acercar a tus hijos sin lastimarlos, cuando tu te ves tan relajada, tranquila y hasta feliz en su compañía?
-No me vengas a joder con eso, Camila! -Le pidió con los ojos como platos, asustada.
-Hemos cuidado cada detalle, cada maldito segundo desde el primer día que iniciamos esto. -Siguió reprendiéndola con dureza. -Te exijo que no te salgas de tu papel de mujer triste, víctima de ese animal violento. -Hizo una pausa sin quitarle la mirada furiosa. -Tus hijos están en juego aquí y mi prestigio. -Le dijo elevando el mentón con arrogancia. -Nunca he perdido un puto caso y no voy a empezar a dañar mi impecable récord, porque no puedes mantenerte centrada en el papel de tu vida.
-Si no fuera porque genuinamente me preocupo por mis niños, ya te habría mandado a la mierda. -Le devolvió con rabia y manoteando para reforzar su frase.
-Y si no fuera porque mi nombre puede mancharse, yo sería quien te mandara a la mierda. -Le dijo en el mismo tono ácido, que usó la actriz.
-Licenciada, Jos, el secretario nos está llamando para pasar a sala. -Les avisó Jolene, sacándolas de ese duelo de miradas en el que se habían enfrascado.
Josephine se giró para dirigirse hacia la sala donde se llevaría a cabo la diligencia, pero Camila la detuvo tomándola por el brazo.
-Vas a entrar allí, metida en tu papel de madre abnegada, vas a mantener tu actuación de mujer dolida y preocupada hasta que hayamos firmado todos y el juez se haya retirado. -Le advirtió con la misma dureza que estaba utilizando desde que llegó. -Después de eso, si quieres llevártelo y hacerle el amor durante tres días, no me importará.
ESTÁS LEYENDO
Divinas leyes
Hayran KurguDos abogadas que se ven obligadas a llevar el proceso de separación de una actriz famosa. Inicialmente fueron renuentes a trabajar juntas, pero las leyes están escritas, incluso las leyes divinas.