En algún lugar en la Toscana, se cruzan dos personas - una extraviada y otra que aprovecha un mes de libertad. Sin responsabilidades. Sin expectativas. Sin juicios. Sólo ellos y el campo.
¿Será ésta la escapada que tanto anhelan o un desastre a pun...
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Todavía no tenía noticias de Charles y, sinceramente, no sabía qué le había hecho al destino para meterse con mi suerte hoy.
Volaba a Cannes desde París, después de haber visitado a mis padres antes de dirigirme al festival. No asistían este año a pesar de ser grandes nombres en la industria porque querían centrarse en su proyecto en curso y tomarse un descanso del centro de atención durante unas semanas.
Hoy iba a volar en avión privado con Olivia, que, como siempre, estaba más que emocionada. Aparte de los Oscar, este era su segundo evento favorito del año, ya que conoció a algunos de los mejores cineastas del mundo. Algunos fans me pidieron fotos mientras me dirigía a la puerta por la que pasaría, en un transbordador para dirigirme al avión.
—¿Todo está listo? —Le pregunté a Olivia, bebiendo mi taza de café caliente. Estaba lloviendo, pero afortunadamente, no estaba tan mal hasta el punto de que todos los vuelos se retrasaran.
—Sí —Ella asintió con la cabeza—. ¿Irás a Mónaco después?
Me mordí el labio, no tan segura de qué decir. Me he acercado a muchos de los pilotos, especialmente Pierre, Daniel y Yuki. Milo asistiría, por supuesto, pero Elliana no iría, ya que tenía que ocuparse de algunos asuntos familiares.
—Todavía estoy pensando en ello —Olivia asintió con la cabeza entendiendo, mientras que nos acercábamos a la puerta.
Estábamos a unos pocos metros de distancia cuando mis ojos aterrizaron sobre una cierta figura hablando con una azafata, con el ceño fruncido en la cara.
Charles llevaba una sudadera blanca, una mochila colgada sobre sus hombros y una bolsa de lona sentada junto a sus pies. A medida que nos acercamos, escuché su tono frustrado mientras trataba de negociar con la mujer frente a él.
—No lo entiendes. Tengo que irme ahora —Dijo, suspirando mientras se pasaba una mano por el pelo.
—Lo siento, señor, pero su vuelo solo podrá salir después de tres horas —La mujer dijo mientras miraba a la pantalla frente a ella.
—¿No puedes trasladarme a otro vuelo?
Antes de que la azafata pudiera responder, Olivia habló y cerré los ojos, con mis pies deteniéndose mientras captaba su atención. —Charles, ¿está todo bien?
Abrí los ojos para verlo mirando con curiosidad a Olivia antes de mirar a su alrededor como si estuviera buscando a alguien. Cuando sus ojos cayeron sobre mí, su boca se abrió. Miré hacia otro lado mientras le respondía a Olivia.
—Solo estoy tratando de encontrar un vuelo diferente —Él respondió y vi pasar una mirada por la cara de Olivia mientras ella le sonreía.
Oh, no. Olivia, no te atrevas.
—¿Quieres unirte a nosotras? Nos dirigimos a Cannes y creo que está justo al oeste de Mónaco.
Olivia, estoy tentada de privarte del bono de Navidad este año, pensé para mí misma.
