12

1.7K 131 2
                                    

ᴛ/ɴ ᪥(ᴛᴜ ɴᴏᴍʙʀᴇ)

Nuevamente las puertas del elevador se abrieron, ahora volvíamos a aquel piso donde todo había comenzado.

-¿Qué te pareció el área? - Preguntó tomando mi mano para salir del susodicho, guiándome por los pasillos del piso.

-Es muy linda, realmente me gusta. - Sentí su mirada sobre mí, así que sólo me bastó con levantar la mía para comprobar que aquello era cierto. - Sí, tanto así como para dar a luz aquí. - Complementé al sentir lo que sería su siguiente pregunta.

Sentí como se puso más feliz al instante, cosa que amaba.

Merecía estar feliz, siempre.

-Muy bien mujer, no sabes cuán feliz me hace saberlo, pero ahora... - Se detuvo frente mío. - Enfrentarás tu otro miedo. - Y bastó con que dijera aquello para saber a qué se refería.

Unas horas atrás habíamos hablado de que tan buena idea era el que yo le hubiera acompañado, y ahí estábamos; a punto de entrar con su madre, para presentarme como su novia.

Realmente nunca fui una chica de citas. Jamás me interesó entregarle mi amor y estabilidad a alguien, hasta que llegó él. Así que...no tenía mucha experiencia en esto de conocer a su familia.

Nada en realidad.

Aprobando la situación con la mirada, se acercó a mí quedando a una distancia bastante corta, colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oído y sonrió.

-Te ves perfecta. - Susurró dejándome cortar la poca distancia entre nuestros labios.

Era todo lo que necesitaba escuchar...que de alguna manera me dijera que estaba ahí conmigo.

Entrelazando nuestras manos nuevamente caminamos hasta aquella puerta; 387.

Fue Aidan quien lentamente abrió la puerta, dejándonos pasar a ambos.

Su madre, quien miraba por la ventana, puso toda su atención en nosotros. De inmediato sonrió y su mirada se iluminó.

Fue ahí donde todo miedo o nervios desaparecieron. Y es que la vibra tan linda que da esta mujer me hizo sentir parte de su familia, como si me conociera de hace años.

-Mamá, ella es la chica de quien te hablé...T/n, mi novia. - Habló soltando mi mano permitiéndome caminar hasta quedar al lado de su camilla.

-Un gusto T/n. - Me saludó, sus manos conservaban una temperatura agradable y su voz era delicada y digna de una mujer tan especial. - Lauren Gallagher. - Se presentó. - Pero no me hables por señora o me sentiré más vieja. - Ambas reímos ligeramente por su comentario.

Realmente la actitud y amabilidad de esta mujer sobre pasaba los límites.

-Tengo asuntos que atender, pero si me necesitan, estaré cerca. - Habló mi novio detrás mío, despidiéndose de su mamá con un beso en la mejilla y dándome un corto beso en los labios para posteriormente salir cuidadosamente de la habitación.

Sabía que él no quería incomodar.
Realmente tenía ilusión en que conociera a sus padres, así que lo hacía para darnos un espacio más personal.

Tomé asiento aún al lado de Lauren, sabía que ésto se llevaría su rato.

-Bien corazón, ¿Cómo se conocieron? - Preguntó poniendo toda su atención en mí. Realmente en ella podía ver fácilmente una figura materna.

Me sonrojé de inmediato al escuchar aquello. Realmente me daba un poco de pena admitir que había sido por mi torpeza.

-Bueno...yo iba a una entrevista de trabajo y gracias a mi torpeza, creí estar llegando tarde que ni siquiera noté que me había subido a un elevador exclusivo...luego de enterarme que trataba directamente con el dueño, comencé a trabajar como su asesora. El trato tan directo que tuvimos desde el inicio y la cercanía, nos hizo desarrollar sentimientos y bueno...creo que ya sabe lo que sigue. - Le sonreí, ella enseguida tomó mi mano y me miró.

-Realmente me alegra que las cosas entre él y tú se hayan dado de manera natural...y sólo te pido una cosa; demuestren siempre lo mucho que se aman. Créeme; la vida es difícil y muchas veces habrá circunstancias que los harán poner toda su relación sobre un hilo, pero confíen entre sí a ojos cerrados, porque esa es la manera más pura de complementarse. - Asentí con la cabeza sintiendo como esas palabras eran lo que necesitaba escuchar. - Y honestamente, me gustaría poder conocer lo preciosos que serían sus hijos...claro, si ustedes quieren.

Si tan sólo supiera que muchas de las cosas que hasta ahora habíamos vivido habían sido sólo por buscar el embarazo.

-Bueno, pues esperemos que su petición sea cumplida pronto... - Dije dejando a la imaginación a qué me refería exactamente.

-¿Ustedes...? Dios mío que lindo de su parte. - Una lágrima resbaló por su mejilla y la expresión en su rostro reflejaba esperanza y alegría.

-El sentimiento que hay por parte de ambos nos llevó a querer hacer las cosas enserio, y bueno...ambos deseábamos formar una familia así que el resto fue lo más fácil. - Sentí como también esas ganas de llorar y al mismo tiempo de gritar de la emoción me envolvían. - Ahora sólo será cuestión de tiempo.

-Apenas te conozco y cada segundo estoy más convencida que enserio eres la persona ideal para mi hijo. Gracias por buscar cumplir mi petición. ¿Sabes? Tengo miedo de morir pronto y no poder conocer a mis nietos.

-Eso no va a pasar. Sé que es fuerte y sé que vivirá para conocer a sus nietos y llenarlos de amor hasta más no poder...lo sé. - Hablar del tema de la muerte era algo que me costaba bastante por el hecho de tener que asimilar que todos tendríamos que...algún día, pasar por ella.

Ese hecho al que te niegas a aceptar que esa persona ya se fue a un lugar desconocido del que no volverá nunca era algo que prefería evitar, pues meditar sobre el tema me ponía sensible.

-De verdad, no sé que hicimos todos para merecerte pero gracias por estar aquí. - Con su autorización y luego de acomodarse mejor, pudimos darnos un cálido abrazo.

La manera como me hacía sentir bien y esa confianza y amor que erradiaba me hacía sentir verdaderamente en paz, tranquila y sobre todo, que con ella también tendría un lugar seguro donde siempre volver.

-Gracias por quererme como una de las suyas. - Dije en medio del abrazo.

Lo admito, al principio no sabía que tan buena idea había sido el hecho de que mi novio me trajera al hospital donde su madre podía morir, presentándome formalmente como su novia luego de una madrugada bastante...interesante.

Pero el como habían pasado cada cosa como hecha a propósito, me confirmaban cada vez más que esto era lo que teníamos que hacer.

Y así las cosas debían pasar.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨, 𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐲 𝐮𝐧 𝐁𝐞𝐛𝐞́ (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora