Luego de haber tomado una pequeña gran siesta de dos horas, me levanté y lleve a mi bebé conmigo quien aún seguía en un profundo sueño.
Si algo tenía que envidiarle a los bebés, era la gran capacidad que tenían para dormir sin importar qué. Eso y que podrían dormir veinte horas al día y no preocuparse por nada más que eso y comer.
Al bajar al primer piso encontré a mi suegra, quien estaba tomando un poco de aire fresco. Me quedé un momento con ella y luego fuimos a la cocina.
Hoy sí, aunque insistió en que no lo hiciera, terminé por ayudarle a cortar fruta, a hacer café y jugo natural mientras ella se encargaba en sí, del desayuno. También hirvió un poco de verdura y fruta que yo terminé por hacer papilla para mi pequeña.
Definitivamente, ella estaba destinada para tener todas las atenciones, todo el amor y todo lo que deseara. Aunque su madre biológica no estuviera en las posibilidades de cualquier tipo para dárselo, ella estaba destinada para algo mucho más grande.
Luego, pasamos los tres adultos, la bebé y el pequeño ser en mi vientre a desayunar como tal, mientras hablábamos de temas variados. Al terminar de comer y posteriormente de limpiar, pasé a arreglarme y a arreglar a mi pequeña, iría a donde Gallagher a hacerle un poco de compañía y tal vez apoyo, pues luego tenía cita con la ginecóloga.
Casi al principio de nuestra relación, Aidan había insistido en que llevara un poco de ropa y todo lo que pudiese necesitar a casa de sus padres diciendo que probablemente algún día lo necesitaría.
Pero como no le hice caso, terminó por gastar más de diez mil dólares en ropa, zapatos, maquillaje, perfumes, bolsos y artículos de limpieza y primera necesidad para mí, que él mismo se tomó el tiempo de escoger, pagar y llevar a casa de sus padres.
Fue cuando me di cuenta que cuando él hablaba, las cosas se hacían tal y como él decía. Cuando lo escuché decir "-Cuándo hablo no te estoy dando a escoger o preguntando, te estoy dando una orden que vas a seguir al pie de la letra. -" Supe que hablaba completamente enserio.
Y ahora le agradecía con todo mi corazón aquel acto. Terminé por vestirme con un pantalón blanco de vestir, un top sin mangas que parecía tipo corset con un escote corazón igual en blanco y unos tacones altos en color rojo para cortar con todo lo simple del color.
A mi pequeña Ava terminé por ponerle un conjunto blanco de short con estampado de rosas rojas. Y cuando me di cuenta, terminamos por hacer juego con la vestimenta.
Luego fue el señor Rob quien me hizo favor de llevarnos hasta el edificio. Al entrar todos los ahí presentes me saludaron y luego de halagar a Ava, pasé hasta el elevador. Al comenzar a subir volví a sentir ese pequeño mareo y apoyé mi mano libre en mi vientre.
Por la hora, esperaba que Aidan ya estuviera saliendo de su junta, o al menos, que pronto lo hiciera.
Caminé por el largo pasillo escuchando solamente el retumbar de mi taconeo al caminar. Introducí la contraseña y entré a la oficina que aún se encontraba vacía. Dejé a Ava en su portabebé y luego de observar el paisaje unos minutos, escuché pasos cada vez más cerca, hasta que la puerta se abrió.
-Oh, hola mi pequeña. - Acarició suavemente su pequeña mejilla, ella rió y luego dejó un beso en su frentecita. - ¿Dónde está mamá, eh amorcito? - Levantó la mirada y caminé hacia él.
Sonreí a la par suya cuando fui yo la que detuvo el paso, caminó hacia mí y sentí mi corazón latir con emoción.
Me dejé llevar al momento que su mano acarició suavemente mi mejilla, luego sus dedos se hundieron en mi cabello hasta mi nuca, mientras su otra mano iba hasta mi cintura, terminando por atraerme hacia su cuerpo.
-¡Sorpresa...! - Susurré cerca de sus labios y ambos reímos cortamente.
-Y vaya sorpresa. - Dijo y me besó. Pasé mis manos por encima de su camisa blanca, acariciando su pecho y reposando mi tacto ahí mismo, el cual me vi obligada a llevar a su cuello y abrazarlo por el mismo cuando llevó ambas manos hasta mi trasero y después de masajearlo y apretarlo ligeramente tomó con firmeza y me hizo sentar a la orilla de su escritorio.
Nuestros labios comenzaron un beso donde ninguno se daba tregua, y pude sentir mi vagina palpitar. Lo recibí toda la noche sin descanso, entrando una y otra vez en mí, sintiéndolo en diferentes posiciones y teniendo tantos orgasmos como nunca los había experimentado, pero ni siquiera así tenía suficiente de él.
Nos separamos jadeantes unos minutos después, separé mis piernas hasta que su cuerpo encajó con el mío.
-Lastima que tenga que terminar aquí. - Dije aún recuperando la respiración.
-Tendremos nuestra oportunidad, te lo prometo. - Acarició mi piel por debajo de mi top. - Pensé que te quedarías en casa de mis padres...¿Todo bien? - Preguntó alejándose con suavidad.
Y honestamente, amaba que nunca le restara importancia a lo que sentía, a lo que creía y en sí, a todo lo que se relacionara con las personas que amaba.
Ahí entendí que con él, más allá de ser todo recíproco, él era el mejor hombre que podía existir....el hombre perfecto, el padre de mis hijos, mi pareja.
-Todo excelente, honestamente solo vine porque no quería que dieras la vuelta hasta allá sólo por mí...y porque te quería ver. - Sonreí como niña pequeña y una sonrisa y su mirada brillante me hicieron segunda.
-Por ti y sólo por ti, le daría la vuelta al puto mundo si fuera necesario. - Sentí una emoción apretar y acelerar mi corazón. - Yo también te quiero conmigo, siempre lo he hecho.
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𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨, 𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐲 𝐮𝐧 𝐁𝐞𝐛𝐞́ (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [#1]
FanfictionLas cosas entre ellos se dieron rápida y perfectamente. Una preciosa pareja multimillonaria con una vida envidiable...pero no todo sería así para siempre. Ellos también lloraban...ellos también perdían. -Te escogí a ti desde el día que te vi camina...