EPÍLOGO

12 3 6
                                    

Eva

-¡Hay cariño estás preciosa! - dice mi madre con lágrimas en los ojos -

-El blanco te sienta genial, reina. - dice Nerea -

Nerea trabaja conmigo desde hace dos años, ella me enseñó que el arte no tiene porqué ser perfecto. Y tiene razón, hace fotos magníficas y escucharla tocar el piano es como estar en el paraíso. Se convirtió en una de mis mejores amigas.

-¿Llego tarde? - dice una voz femenina -

-Pasa. - dice mi madre con una sonrisa -

-Anna...

-Hola cielo.

-Pensé que te gustaría verla. Chicas por qué no nos vamos y las dejamos solas.

-Gracias mamá. - mi madre solo me dedicó una de sus maravillosa y más sinceras sonrisas y cerró la puerta tras ella -

-Yo, lo siento mucho cielo.

-No pasa nada tu no sabías nada.

-Pero sabía que mi ex marido no era buena persona y contigo tenía una obsesión muy extraña. Cuando te conocí pensé que fue por tu ingenio o tu talento, pero lo siento muchísimo cielo.

-No te preocupes Anna, ahora es tu ex marido que eso es lo bueno y las dos estamos a salvo. Bueno amm, ¿me puedes ayudar a ponerme el velo por favor?

-Si, claro. Ven siéntate.

Anna es una mujer demasiado buena para este mundo, a saber que ha estado sufriendo estos años en casa con ese hombre.

Con delicadeza empezó a colocar con horquillas el velo, estoy realmente emocionada. ¡Es el día de mi boda! Casarme con Lucas va a ser la mejor elección que he podido tomar en mi vida. Es un hombre frío y arrogante al principio, pero todo ser humano tiene a un dulce niño dentro que solo espera conseguir sus metas.

-Cielo estás preciosa. Tu padre te está esperando en la puerta, es tu momento de brillar, cielo.

Salí por aquella puerta en busca de mi padre para que me lleve al altar, me mira con emoción. Pequeñas lágrimas corrían sobre sus mejillas, yo tenía que mantenerme fuerte no podía derrumbarme ahora.

-Estoy muy orgulloso de en quién te has convertido, princesa.

-Gracias papá. - digo intentando no llorar -

Caminamos a través de todos los invitados, mientras camino agarrada del brazo de mi padre veo a Lucas mi prometido, que dentro de unos minutos será mi marido, vestido de traje de chaqueta, con la camisa blanca con un toque desarreglado pero siempre elegante. Así es él.

Allí no estaba el escritor perfeccionista, que siempre tiene los bolígrafos colocados perfectamente y llamándome por mi apellido para que imprima yo lo que él acaba de escribir y ahora descubro que solo era para poder tenerme unos segundos cerca y poder oler mi colonia la cuál ama. Él que me está esperando es Lucas, el Lucas que me salvo, el que se preocupó por mí aquella noche, el que se culpa de no haberme acompañado aquella noche a tomar el aire, él que llamó a mis padres para informarles de lo que pasaba. Ese es mi Lucas.

Mis manos sudaban de los nervios, mi padre me dejó allí en el altar con la mejor compañía. A mi lado estaba Nerea sujetando mi ramo, al lado de Lucas estaba uno de sus mejores amigos, que realmente no se parecían mucho, él era más fiestero y le daba igual todo lo que ocurriera a su lado. Pero se querían como si fueran hermanos.

Nerea llevaba un precioso de color morado pastel, conbinado con obviamente tacones plateados. Mark, el amigo de Lucas, llevaba un traje de chaqueta muy parecido al de lucas con una pequeña flor en el bolsillo la cual era de color morado a juego con la dama de honor. 

La ceremonia comenzó, todo era precioso. El piano sonaba, el cura hablaba mientras yo miraba embobada a mi casi esposo. Mi vestido era de lo más yo posible, miles de cámaras sacaban fotos sobre nosotros. Pero eso no me importaba, es mi boda y me estoy casando con la mejor persona que puede existir en este mundo.

-Lucas Miller, promete amar en la salud y en la enfermedad a Eva Smith y protegerla hasta que la muerte os separe.

-Sí quiero. - contestó mientras colocaba el anillo en mi dedo anular -

-Y tú, Eva Smith promete amar en la salud y en la enfermedad a Lucas Miller y protegerlo hasta que la muerte os separe.

-Sí quiero.

-Muy bien, a no ser que alguien esté en contra de esta hermosa relación. Puedes besar a la novia.

Cogió mi cintura suavemente, apartó un pequeño mechón que caía por mi frente y me besó. Mis labios lo recibieron con gratitud, los invitados aplaudían y la música de aquel piano seguía sonando. Todo era perfecto después del caos que habíamos vivido.

_

Con unas de mis canciones favoritas de fondo entré en la sala con un vestido de boda pero mucho más cómodo que el que llevaba en la ceremonia.

-No se cual de los dos vestidos me gusta más. - dice Lucas en mi oído -

-Este es mucho más cómodo.

-¿Para bailar también lo es?

-Oh no, sabes que odio bailar. - digo mientras inevitablemente mi esposo me arrastra hasta la pista de baile improvisada en medio de la sala -

-Pero es una tradición, venga vamos. Tampoco se te puede dar tan mal.

Mi intento de baile es un poco caótico, apenas doy bien los pasos mientras él solo sonríe y va perfectamente al compás de la música.

-Nunca me habías dicho que bailabas tan bien.

-Tú tampoco me has pedido nunca un baile. - dice mientras me da una vuelta y pega su pecho a mi espalda - Ves a todas esas personas que nos están viendo.

-Sí...

-Pues te están apreciando a tí, brillas con tanta luz que es imposible no verte en la oscuridad.

-Te amo Lucas.

-Yo también te amo, listilla.

_

Emociones que halláis sentido con este último capítulo (os leo)

Me ha encantado escribir este libro, quizá haya errores apenas estoy empezando a escribir y bueno lo hago con todo el cariño del mundo. Espero que os haya gustado muchísimo, tanto como a mí.

¡Los amo!

Nuria Muñoz.

Quiero vivir mi vida [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora