EXTRA: ESPECIAL CUMPLEAÑOS DE LUCAS

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Eva

-¡Buenos días! - digo haciendo un intento de despertarlo mientras le doy besos por toda la cara -

-Cinco minutos más por favor.

-Vale, pues me voy a…

-No, no te vayas, quédate conmigo.

-De acuerdo. - digo mientras le doy un corto beso en los labios -

-Mmmm… Podrías despertarme así más veces. - dice con una sonrisa de oreja a oreja -

-Si me hicieras caso lo haría.

-De acuerdo ya me levanto.

-Bien. Oh hola cariño, ¿cómo estás?

-Porqué le hablas al perro como si fueras tonta. - tal como lo escuché me giré y le puse mala cara -

-Porque es mi niña y la consiento.

-Eso no es consentirla es provocarle un trauma.

-Anda calla y vamos a hacer el desayuno.

-De acuerdo.

_

-¡Ah! Mierda. - digo tras quemarme el dedo con la sartén -

-Anda déjame a mí.

-No, es tu cumpleaños. Tu…

-Nada peros, no quiero tener que llevarte al hospital.

-De acuerdo yo preparo el café. ¿Solo verdad?

-Sí, ¿cómo lo sabes?

-A parte de que llevamos casados casi tres años, era yo la que te lo preparaba por la mañanas en la oficina.

-¿Así que eras tú eh listilla?

-Pues si, además sé que prefieres el café por la mañana y el té por la tarde. Eres muy sencillo de analizar. - digo mientras doy pasos hasta él -

-¿Me analizas? - dice cogiendo mi cintura -

-Así es… - digo mientras me acerco peligrosamente a esos labios tan irresistibles -

Me da un beso lento y suave, a veces creo que estamos en una película constantemente. Todo es tan bonito.
Pero ese momento romántico de buena mañana cesó cuando mi nariz percibió un olor a quemado.

-¡Lucas las tortitas!

-Mierda. - quitó la sartén del fuego a toda velocidad pero no sirvió de nada -

-Mejor salimos a desayunar algo, no vaya a ser que lo siguiente sea incendiar la casa.

-Creo que será lo mejor. - dice divertido -

Desayunamos en un bar muy típico de París, es muy sencillo pero elegante a la vez. Tiene pequeñas mesas redondas en la terraza y sillas a su alrededor. Desde nuestra mesa se ve la Torre Eiffel, de la cual estoy enamorada. Es un monumento realmente precioso y de noche con las luces es increíblemente hermoso.

Fue difícil recuperarme y ver como mi madre se derrumbó junto a mí, pero las dos somos muy fuertes y salimos adelante. Ella actualmente sigue en España y nosotros aquí en París. A veces extraño España, su comida, su música y el ambiente.

-En qué piensas.

-En lo afortunados que somos. Solo con asomarnos al balcón vemos una pequeña plaza y todo es tan bonito aquí.

-Me alegra que estés tan feliz.

-Todo es mejor si estoy contigo.

-Listilla no serías tú sin tus frases espontáneas pero que transmiten tanto. Te quiero.

-Yo también te quiero, esposo.

-Suena raro, no logro acostumbrarme. Pero me gusta cuando lo dices.

-A mí también me gusta porque así puedo presumir de quién es mi esposo.

-Me alagas Smith.

-Me alegro señor gruñón. - digo dedicándole una sonrisa -

_

-¿Ya?

-¡No, no entres!

El vestido que me puse hace ya casi tres años me sigue quedando como un guante. Es un vestido muy elegante, blanco y con encaje. El mejor vestido de novia que he visto.

-¿Te queda mucho?

-Ten un poco de paciencia amor. - me termino de retocar el maquillaje y abro lentamente la puerta -

-Ya. - digo en un leve susurro -

Lleva un traje gris oscuro con una camisa rosa palo, tiene las manos metidas en los bolsillos del pantalón y el pelo despeinado.

Menudo hombre amiga.

Lo sé, es mi hombre.

-¿Tan fea soy?

-Eva, estás… Preciosa. Madre mía, a ver gírate. Estás preciosa cariño.

-Gracias. Tú tampoco estás nada mal. - digo con una sonrisa mientras lo miraba a través del espejo del pasillo -

-¿Cómo que nada mal? - dice mientras me agarra de la cintura -

-Pues eso nada mal.

-Querrás decir que soy el hombre más guapo de la tierra.

-Exacto, el más guapo y encima es mío.

-Te amo Smith.

-Yo también te amo Lucas.

-Vamos, tengo reservada una mesa en nuestro restaurante.

-¿Cómo puede ser que tenga tanta suerte?

-¿Suerte? ¿Por qué? - digo con una dulce sonrisa -

-Porqué te tengo a tí.

Me derrite el corazón, tengo tanta suerte de tenerlo.

-Anda vamos que se hace tarde.

El sitio es muy elegante, las mesas tienen una pequeña vela blanca en el centro con rosas rojas. Las luces no alumbran demasiado, tienen una tonalidad tan tenue que te da tu propia privacidad para cada mesa.

-Gracias.  - dice de la nada -

-¿Por qué? - digo mientra me pierdo en sus ojos -

-Por hacerme pasar el mejor cumpleaños de mi vida.

-Te lo mereces. - digo mientras mi mano busca a la suya para entrelazar nuestros dedos -

-¿Te puedo preguntar algo?

-Claro, dime. - digo curiosa -

-¿Qué es lo primero que te atrajo de mí?

-Oh, vamos ya sabes la respuesta. - digo divertida -

-Pero quiero oírlo.

-De acuerdo, lo que más me atrajo de ti fueron tus ojos. Me perdí en ellos el primer día que te vi.

-Lo sé, parecías una estatua. Te quedaste paralizada.

-Oye. - digo mientras le doy un leve golpe en la mano -

Me concentro en sus ojos, tienen un brillo especial. Está feliz, me alegra hacerlo feliz. Su sonrisa traviesa es como la de el primer día, coqueta pero reservada. Solo el sabe que hay en su interior, me gusta saber que lo haya compartido conmigo y ya no sea ese chico frío del que me enamoré.

-Feliz cumpleaños señor gruñón. - digo con voz suave mientras me elevó para darle un corto beso en los labios -

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¡FELIZ CUMPLEAÑOS LUCAS!

Lucas es uno de mis personajes favoritos ya que aunque al principio parezca un chico frío y sin sentimientos, tiene un corazón de oro y ama a los que le rodean más de lo que lo aman a él.

¡Los amo!

Nuria Muñoz.

Quiero vivir mi vida [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora