Chapter Fifteen

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Periódico ¿Quien lo sigue leyendo?

Kate no tuvo una infancia normal y todo se reflejaba en su vida escolar.

Definitivamente no tenía las notas perfectas. Cada vez que intentaba leer, las palabras parecían flotar en las páginas y las letras parecían moverse de lugar. Esto la hizo víctima de varias burlas de sus compañeros por no saber leer.
Su maestra de clases, la Sr.Delgado, una mujer rubia y de unos cuarenta y tantos solía ser parte de las burlas y hacía sentir a Kate humillada.

Para pesadilla de Kate, se acercaba la fecha de los proyectos escolares. Significaba partirse la cabeza tratando de leer, significaba tener que hablar en público.
La sola idea de saber que tenía que hablar frente a un gran grupo de personas hacía que su corazón latiera cómo loco y que el miedo tomara su cuerpo.

—Barton, pasa al frente —pidió la maestra. Estaban ensayando las presentaciones para sus proyectos. —Eres la última.

Kate, que se sentaba hasta la última fila de asientos a lado de la ventana, tomó sus notas (notas que se había pasado toda la noche estudiando) y fue hasta delante de toda la clase. Suspiro intentando calmar su miedo, pero no pudo evitar que le temblarán las piernas.

M-mi nombre es Kate —Empezó a decir, nerviosa. No llevaba ni cinco segundos cuando noto a un grupo de chicos que compartían risas burlonas y señalaban sus zapatos. Kate se removió incómoda, pues sus convers eran algo viejas—Les esta-estare, hablaré…

—Por Dios, Kate ya no estás en el jardín de niños, habla bien —Hablo la profesora desde su escritorio con un tono despectivo.

Más risitas se escucharon.

—Yo l-lo siento. —Kate solía balbucear mucho cuando hablaba con otras personas.

La voz de una niña se hizo presente.
—Ni se tome la molestia, profesora. Debería reprobar a la huerfanita —dijo con un tono desdeñoso que delataba desprecio.

Kate enrojeció y miró a la mujer del escritorio, esperaba que le dijera algo a aquella estúpida niña. Pero la mujer soltó una risita, al parecer le había divertido lo de la "huerfanita".

—¿Sabes que, Abril? —dijo parándose de su escritorio de madera y mirando a aquella niña odiosa que había hablado. —Lo haré, no perderé más tiempo con este estúpido caso perdido.

A Kate le dolió el pecho al escuchar sus palabras. No le importaba la escuela en lo más mínimo, no le importaba la humillación escolar, para nada. Le importaba el gran castigo que recibiría al enterarse sus abuelos.

LUZ EN LA OSCURIDAD                                         ┌Percy Jackson┐₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora