Chapter Twenty-One

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Hora de jugar 

˗ˏˋ☀️ˎˊ˗

Eran las 5:37 am

—¡¿Por que demonios hiciste eso?! —Grito su abuelo, enojado. El oficial de policía levanto una ceja, incómodo pero creyó que sería una reacción normal de alguien que perdió a su nieta por unas largas horas. A ojos del uniformado solo era un hombre preocupado, a ojos de Kate era el mismo diablo encarnado.

Porque ya no soporto estar aquí

 

La pequeña estaba sentada en el sofá, en silencio. Tenía unos raspones en las rodillas que quedaban a la vista gracias a sus shorts, estaba sucia de lodo, además la lluvia la había empapado, y aunque ya había empezado a sacarse, su pelo aún estaba húmedo. Si no hubiera caído, si no se hubiera tropezado con el lodo ella ya estaría lejos de su infierno. Estuvo tan cerca. 

Y lo volvería a estar.
 

No descansaría hasta estar lejos de ahí, lejos de los que decían ser su familia.

—Aaron, es Kate, una chiquilla que claramente no sabe lo que hace. —Las palabras de su abuela parecían tener doble filo, eran amables casi cariñosas, pero a la vez, eran como un insulto. Era como si creyera que Kate era muy idiota para tomar alguna buena decisión. —Estoy segura de que lo siente. ¿Verdad querida? 

No, no lo hago. 

—Si. —Mintió. La mochila que había preparado para huir descansaba a lado de sus piernas, la puerta seguía abierta. Podía ver la noche y como las nubes de lluvia se disipan para dejarle paso a las estrellas. A cada segundo que pasaba, era como si el cielo la invitará a salir a verlo. 

Kate movió un poco su pierna y su piel puedo sentir la tela de su mochila. Sintió un escalofrío. Era como si todo a su alrededor le dijera "corre". 

Los adultos hablaban. Ella no los entendía, sus ojos seguían fijos en la puerta abierta.

El uniformado le tocó su hombro y se agachó para quedar a su altura. 

—No lo hagas de nuevo, ¿Si? —Su tono era severo pero amable a la vez. Los ojos del hombre parecían querer traspasar los de Kate y descubrir porque había huido de una casa dónde, según el, tenía bastante amor. 

Si, lo haré de nuevo.

—No lo haré, lo prometo. —Su voz delataba "arrepentimiento", claro que los adultos no podían detectar que era falso. Kate cruzo sus dedos en su bolsillo de su sudadera para que la promesa no tuviera valor. Se estaba volviendo buena en mentir pero no lo disfrutaba. 

El oficial suspiro y se puso de pie.

—Bueno, es hora de irme.

Los ojos de su abuelo la miraban con odió, con desprecio. Pero los de su abuela miraban al oficial con una sonrisa engañosa.

Ambos abuelos dieron las gracias al oficial. La puerta se cerró. Kate sintió miedo pero había algo más en el fondo que gritaba por ser liberado. 

Su abuelo suspiro. Tomo un horrible jarrón con flores, lo observó en sus manos, parecía examinarlo. Kate podía ver la puerta del armario atrás de el.

—Siempre puedes ser más tonta, ¿no, Kate? Igual a tu madre. —Dijo para lanzar el florero a sus pies, la niña se paró como reflejo y tomo su mochila, algo en su interior parecía arder. —Al armario. ¡Ahora! Después hablaremos de tus otros castigos. —Estaba sobrio pero era evidente que su paciencia terminaría en cualquier momento y recibiría una buena golpiza. Solo si ella se dejaba. 

LUZ EN LA OSCURIDAD                                         ┌Percy Jackson┐₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora