O3: kisses and surprises.

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Los diferentes tipos de conservación podían escucharse mezcladas; unos alumnos en el patio, otros en los pasillos fisgoneando lo que primero que veían y el resto en la cafetería, ahí mismo estaban los básquetbolistas fluyendo cualquier conversación al azar y uno que otra estupidez para matar las ansias que tenían. Seguían esperando cierto invitado.

── ¿Crees que el moño ya es mucho? ──preguntó, Eunchan. Mirándose en el reflejó de su móvil, dirigiéndose a uno de los chicos: Yeonjun quién negó a una mueca── ¿Qué?

── Amigo, quítate eso.

── Solo quiero estar presentable, ¿hay algo de malo en eso? ──alzó una ceja, dejó el celular en la mesa y cruzo de brazos, suspirando── Aburrido.

── Son tan patéticos... ──farfulló, Jay.

── Están... ¿arreglándose para ver a mi omega? ──indagó, Sunghoon incrédulo. Las miradas inquietas de los chicos miraron al pálido. Silencio. Sunghoon alzó una ceja sin tener alguna expresión en sus rasgos, rechisto── ¿Van a responder o no?

── Amigo de mi alma, claro que no, ¿por qué la pregunta? ──intentó sonreír Taeyoung, a orillas de las manos del alfa podían verse unos bonitos accesorios de diamantes que guardó en el bolsillo de su chaqueta, lanzó un silbido mirando a otro lugar, quedándose callado.

El pálido arrastró la mirada a cada uno de los demás alfas, incrédulo en ver las expresiones de éstos. Apretó sus belfos rojizos a una expresión de molestia, disgustó y celos, muchos celos. 

Park Jongseong fingió dormir mientras escondía un bonito ramo de rosas tras su espalda. 

Lee Heeseung al sentir su mirada, inmediatamente comió los cuatro bombones que tenía aún con el envoltorio y enfocarse en armar algún avióncito de papel. 

Choi Eunchan calló, agarró el moño y de forma desinteresada lo arrojó al primer bote de basura, teniendo una buena puntería. 

Takata Mashiho ruborizado, tosió mientras cerraba su mochila donde podía verse el inicio de un peluche. 

Go Daehyun miró a otro lugar, buscando cubrir con sus brazos cierta caja de bebidas de vainilla. 

Y Kang Chris carraspeó, donde dejar el regalo que gracias a la forma un set de maquillaje.

── Fingiré no haber visto nada.

Suspiró, recostándose en la silla y cerrar los orbes, buscando saciar el remolino de emociones que llevaba consigo, sobretodo el alfa interno que lo sentía inquietó y nervioso por el simple hecho de que temía qué, el bonito peligris no viniera a la invitación que organizó. Sunghoon se perdió en sí mismo hasta la voz de uno de sus amigos lo interrumpió.

── Sunghoon ──llamó un poco nervioso, Mashiho miró al pálido, sus orbes dirigiéndose al ligero tono rosa en las mejillas del alfa, todos lo habían notado; sin embargo, temían en preguntar. Él no se contuvo. Sunghoon siguió en la misma posición, solo un pequeño sonido de ¿umh? Fue lo que salió de su garganta── ¿Ocurrió algo? Quiero decir... lo que tienes en las mejillas-

── No es nada.

── Mejor que no sea nada ──alzó la voz Jay, hizo una seña a cierta dirección donde el grupo miró, y entre medio de varios alumnos: el omega por el cual tanto ansiaban ver, venía── Porque ahí viene, Shim.

Sería eufemismo negar que por la cabeza de cada alfa cruzó el pensamiento en que el omega se negaría a la invitación, no obstante, allí estaba, ese peligris se dirigía a ellos con un fuerte rubor, podía notarse el nerviosismo del chico; sin embargo, el omega sostuvo la mirada de cada uno.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora