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En la gran mansión Shim podía sentirse unos fuertes aromas de excitación, tras la habitación del omega, quién pasará por aquel pasillo del hogar podía escuchar unos fuertes gemidos que podían enloquecer a cualquier ser.

── Ah, ah... ¡Sunghoon!

Jake mordía sus labios, abrazando con fuerza al pálido de los hombros y como el sudor se apegaba a su cuerpo. Sunghoon lamió aquellas mejillas sonrosadas, dejando un recorrido hasta su mentón y morder un poco, lo que más quería, era probar algo nuevo.

Sin pensarlo mucho, Sunghoon hizo lo que su alfa quería. Jake gruñó a la lejanía del alto, sin embargo, al mirarlo se quedó en shock: ¿qué planeaba hacerle?

── ¿Hoon? ¿Qué... qué haces?

No hubo respuesta, lo único que pudo fue cerrar sus ojos y gemir al momento que sus piernas fueron bruscamente sujetadas y abiertas por aquellas manos y pronto, una lengua profanar su entrada ya dilatada.

Sunghoon guió una de sus manos al miembro ajeno, masturbando y jugando así con la extrema sensibilidad del peligris, escuchando algunos gemidos altos. Siguió profanando aquel ya no tan virgen culo y junto con su lengua metió nuevamente los dedos, disfrutando como se retorcía.

Jake se veía realmente comestible.

── Omega.

Decir que Sunghoon no estaba desesperado, sería mentir. Jake pareciera no darse cuenta de la cantidad de feromonas que estaba soltando, cegándolo y cada vez más la idea de domar al omega se hacía más grande, pero su consciencia le gritaba que aún no era momento.

Sí Jake aún no estaba listo, esperaría.

── Sunghoon...

Jake sentía el temblor de su cuerpo a sus espasmos, el tirón de su vientre se identificó y más cuando Sunghoon masturbo con frenesí su miembro, acercándolo a su orgasmo.

Park aceleró sus movimientos, sintiendo su vientre contraerse y su pene palpitar en su bóxer, aunque haya olvidado satisfacerse a él mismo, con sólo ver esa carita roja, labios rojizos, saliva goteando, ojos llorosos y escuchar esos gemidos, era una satisfacción que lo acercaba a su propio orgasmo, hasta que su mano fue manchada por la sustancia del menor, y segundo después, él terminó corriendose en sus bóxer.

Miró con atención como Jake regulaba su respiración, esos ojitos cerrados y buscando calmar el temblor de su cuerpo. Se acostó un momento al lado, Jake inmediatamente busco refugió en sus brazos, Sunghoon no se lo negó.

── ¿Estas bien? ¿Mh?

── Sí.. ──respondió, dejando un beso en el pecho descubierto del pálido. Jake suspiró, abrazándolo── Estoy bien.

Sunghoon hizo un sonido como respuesta, no quería que la incomodidad se presenciara con ambos manchados por lo anteriormente hecho. Así que sin importarle como estaba en ese momento, se puso de pie ante la confusa mirada del menor, Jake jadeo sorpresivo al verse alzado.

Sunghoon los llevaba al baño.

── ¡Hoon! ──gritó── ¡Bájame!

Jake se estremeció cuando sus pies tocaron el azulejo del baño, escuchando el sonido de la llave de la ducha, abierta. Ahora, algo en él le gritaba que sujetará con fuerza su camisón, la única prenda que llevaba puesta.

¡Sunghoon lo había visto desnudo! Se regañó mentalmente por lo descuidado que había sido, sus rollitos se habían visto, ¡había visto sus imperfecciones! Dios mío, sentía tanta vergüenza y la humillación iba creciendo.

── ¿Bebé?

No escuchó cuando Sunghoon lo estaba llamando. Lo miró, inmediatamente esquivado esos ojos preocupados.

── No, no quiero que... ──respiró profundo, buscando no llorar como tonto allí mismo «lo único que hago es llorar, inmaduro» la voz de su mente contradiciéndole, llenandose con esos pensamientos de miedo. Sunghoon lo sostuvo de sus mejillas, obligándolo a que sus miradas se encontrarán── Hoon... yo, mi pancita.

Sunghoon lo silencio con un beso, seguido de ese, otros más, buscando algún inicio de confianza.

── Jake, eres hermoso e incluso el noviecito más lindo que existe ──fue sincero── Por favor, no te sientas inseguro conmigo, ¿sí? Me enamore de ti, desde que te conocí en aquel mercado mientras golpeaba a ese niño ──el ambiente cambió, sus risas acompañando ese instante── Ese lindo, bajito y rellenito niño que se robo mi corazón.

── Hoon ──reprocho avergonzado, riéndose mientras se negó a mirarlo.

Sunghoon lo atrajo de su mentón para darle un profundo y lento beso, Jake no tardo en corresponder, sintiendo las manos contrarias levantar su única prenda y apartarse unos momentos para dejarlo desnudo.

Sunghoon no se esperó que el bajito hiciera puntillas para cubrir sus ojos, no queriendo que lo mire aún.

── ¿Jake?

── Yo... ¡Espera que este en la ducha!

Soltando una risa, Sunghoon suspiro, asintiendo.

── Bien, bebé. Si eso quieres, esta bien.

── Aún no habrás tus ojos, si lo haces me enojare ──advirtió, sonrojado.

Jake quito rápidamente su manito de los orbes contrarios para meterse con rapidez a la ducha, cubriendo su cuerpo con las cristalinas aguas de la bañera. Quiso mirar al oji-azul pero fue un poco vergonzoso cuando noto cierto alfa quitarse los bóxer para meterse con él en la ducha.

El omega podía sentir sus vellos erizarse cuando lo sintió atrás suyo, y el escalofrío al momento que unos brazos lo atrajeron de su cintura a recostarse en el pecho, podía sentir la respiración de Sunghoon en su cuello y algo rozando su espalda.

── Bebé... ──susurró, besando toda la piel desnuda de su espalda y morder levemente su hombro, para recostar su mentón allí── Te amo demasiado, Shim Jake.

El corazón del omega se aceleró, agarró la diestra del pálido que yacía posada en su cintura y dejo un beso en ella.

── Los sentimientos que sentía por ti, Sunghoon. Volvieron a aparecer desde que te vi, sin saber que eras tú.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora