32: pasado.

777 130 32
                                    

El frió empezó a llegar con notable sorpresa, la nieve caía como una suave llovizna, cubriendo los suelos de Seúl. Sunghoon acomodó perfectamente el gorrito de lana que usaba su peligrisito, Jake refunfuñaba mientras la bufanda tapaba un poco sus labios rojizos y eso al alto parecía no importarle.

Quería que Jake no pescará ningún resfriado.

Estaban de compras por la víspera de navidad, el tiempo recorrían con notable sorpresa y ambas familias decidieron pasarla juntos, ahora, estaban en el centro, comprando los decorativos para el hogar.

── ¡Hoon!

── Shh.

── Jakie, hijo, ¿eres tú? ──Min-Ki reconoció dificultosamente a su cachorro, esté estaba como un muñequito envuelto por varios abrigos, solo dejando a vista sus ojitos cafés y nariz carmín.

Sunghoon dejo un casto besito en la punta de la nariz ajena, Jake se molesto al no recibirlo en sus labiecitos tibios y cubiertos por la bufanda. Solo sintió como su pequeña diestra era entrelazada con la del pálido e inicio el recorrido por el centro comercial.

── Mi cachorro ¿vistió de esa manera a tu hijo?

Con un cansado suspiro, Min-Ki asintió a las palabras de Suho, quien traía varias bolsas en manos y miro a los pequeños ver en cada vidriera los decorativos de navidad.

── No quiero que se vayan ──mencionó con pesar el Alfa Shim, mirando al contrario── No quiero que te vayas.

── ¡Aw! por primera vez eres tierno conmigo.

── Habló en serio.

── Tengo que irme de todas formas, lo sabes.

── No creo que Jake soporté estar lejos de Sunghoon, y Jaehyun extrañara pelear con tu hijo. Y yo, yo voy a extrañarte a ti. No es justo.

El Alfa de tez blanquecina envolvió en un abrazo los hombros del contrario y Min-Ki correspondió, afligido.

── Tonto Alfa, no me voy por siempre.

── No te dieron fecha definida de volver, eso me hace pensar...

── ¡Papá!

Ambos adultos miraron al griterío de Jake, quien apuntaba con un pucherito hacía Jaehyun y Sunghoon, esos cachorros que volvieron a pelear por la reciente consola. Dieron un suspiro antes de ir a separar a esos revoltosos niños.

Sin duda, ellos no querían alejarse.

.

.

.

── Hoon, ¿qué haces?

── Solo quiero tenerte en mis brazos.

── ¿Uh? Lo has estado haciendo seguido, Hoon ──miró curioso al alto. Sunghoon solo decidió ocultar su rostro en el cuello acaramelado del menor, no quería mirarlo porque sus ojos empezaban a picar── Hoonie~

── Bebé, si yo me fuera por tiempo, ¿me esperarías?

── Sí ──respondió de inmediato.

Ambos se sentaron correctamente en la cama y Jake miró fijamente los ojos azules, nuevamente estos estaban acuosos. Lo que estrujó su corazón, ¿por qué su Hoon quería llorar? Se preocupó al notar pequeñas gotitas cristalinas deslizar sobre las mejillas del blanquito e inmediatamente las seco y procuro borrar lo qué sea que afectará al alto con besitos por todo su rostro.

── ¿Qué pasa, Hoon? Y-y dime la verdad... ya n-no sonríes como antes, ¿qué pasa?

Sunghoon silenció, ¿cómo podía sacar aquellas palabras? Sentía un pesar con solo recordar que pronto se iría y no saber en que tiempo podía volver. Faltaba pocos días para navidad y su cumpleaños, después... Año nuevo y con ello, el viaje se acercaba. Alzó la mirada y se encontró con aquellos ojitos cafés que demostraban preocupación y unas manitos acariciar sus mejillas.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora