27: pasado.

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Un mes después.

Decir que Min-Ki miraba de manera sospechosa a su bebé, viéndolo cada segundo, minutos y hora apegado al cachorro Park. Como padre protector y celoso, prefirió no hacerse ideas erróneas por el simple hecho de ver a su cachorrito sonriente, alegré desde que Park Sunghoon estaba en casa.

Hace unos días, recordó haber visto al niño Sunghoon besar toda la carita de su hijo, sintió unos celos inmensos, pero no deseó interrumpír porque ambos parecían cómodos. Suspiró, dando un sorbo a su bebida.

── ¿Otra vez pensando, Ki?

── Si pienso o no, es mi problema ──contestó── ¿Qué hacen los pequeños?

── Jaehyun esta perdido en la consola, mi hijo está con Jake en el patio trasero ──respondió tranquilo, acercándose y tomar asiento al lado del otro. Min-Ki no dijo nada── Tengo sueño, si no duermo ahora, seguro tendré un accidente cuando vaya al trabajo.

── No digas estupideces ──gruñó y después soltar un profundo suspiro── Ve y duerme, estaré en la sala por si alguno de los pequeños quieren algo.

── ¿Y por qué no duermes conmigo?

── Lo haré más tarde.

── Eso dijiste la otra vez y no fue así ──regaño── Si sigues de este modo, el que tendrá un accidente, no seré yo.

Min-Ki supuso que ya no tendría escapatoria ante las razones del otro. Completamente rendido asintió, más tardar ambos mayores se pusieron de pie. Sin embargo, Suho jadeo sorprendido al momento que el pelinegro mayor salto a su espalda y colgarse como un koala, lo sujeto inmediatamente de sus piernas.

── Nunca dijiste como iríamos. ──soltó una risa bostezando── Llévame...

El señor Park volcó los ojos, agarrando bien a su amigo en su espalda y dar rumbo a las escaleras arriba, si bien tenían una enorme confianza y se preocupaban por el bienestar del otro. En un camino lleno de bostezo, llegaron a la habitación y se escucho el momento exacto donde la puerta fue cerrada hasta en la planta principal... unos pasitos en la sala no se pudieron escuchar.

Cierto pálidito sostenía la mano de un peligris nervioso, Sunghoon miró de soslayo por las escaleras y dar con un silencio completo, excepto la habitación de Jaehyun donde podía escucharse peleas por los juegos.

Jake pensó que estaba rompiendo una regla, no podía creer lo que estaba por hacer.

Salir de casa sin permiso.

En parte era su culpa "quiero una cena romántica, Hoon" esas palabras habían salido de sus labiecitos color rosa, y no espero que Sunghoon haya desaparecido unos (literalmente) 30 minutos para después volver y decir que tenía una sorpresa.

Y se encontraban allí, saliendo de las puertas de aquella mansión, viendo una limusina en frente con un Omega peliazul esperándolos con las puertas abiertas y dar inicio el camino.

Sunghoon como buena pareja, ayudo al peligris a subir al enorme vehículo Park y mirar a su mayordomo (a parte de chófer, cocinero o mejor dicho, el único trabajador de la familia Park) Byun Euijoo quien le guiño divertido.

── Es más hermoso en persona, Hoon.

── Lo sé, Ej-Hyung. Es mi noviecito ──confesó, mirando al mayor──¿Ya esta todo listo?

── Sí. Sube, no querrás iniciar todo tarde o ¿si?

Sunghoon negó, subiéndose al vehículo y cerrar las puertas para abrochar ambos cinturones. Cuando el recorrido inició, Jake mantenía la vista pegada en la ventanilla de la limusina, nervioso por verse cada vez mas lejos de su hogar.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora