11: disappointments and brightnes.

1.1K 161 52
                                    

── Papá, yo, mh, no quiero ir.

── Ya no puedo cancelar, bebé ──oh, ese pucherito de su cachorro pudo convencerlo lo suficiente, Min-Ki apretó de forma suave la mejilla del menor, dándole un besito en aquel lugar── Estaré esperando abajo, ¿mh?

Jake puchereó bajo las sábanas de su cama, escuchando las pisadas de su padre cada vez más lejos y el silenció no tardo en llegar a su habitación.

Había llegado a casa lo más pronto posible, sin embargo tuvo su dificultad cuando noto que Sunghoon estaba buscándolo en la institución, recordó que tuvo que esconderse en la habitación del conserje y mirando por el rabillo de la puerta, esperando que el chico se fuera.

Quizá fue infantil e inmaduro de su parte, Jake lo tenía en mente. Pero a veces esa cierta molestia que sintió lo cegó, no quería intercambiar palabras con Sunghoon. Y la desilusión que fue extraña, incrementó en todo su pecho manteniendo cabizbajo a su omega.

Su padre le había preguntado aquel malestar, y notar los ojos de su hijo un poquito hinchados. Obviamente, el adulto Shim sospechaba, sin embargo no había dicho nada...

Jake por primera vez, mintió en que falló en una materia. Aún cuendo era el mejor del salón. El Alfa mayor lo consoló, mimandolo y tratara de ser un soporte para su cachorro.

Jake en serio aceptaba tener el mejor papá del mundo.

── No voy a ser un tonto omega al llorarle a un alfa ──susurro para sí mismo, se sentó correctamente en la cama, abrazó sus piernas cubiertas aún por las sábanas y suspirar, odiaba sentirse de aquella manera.

Odiaba aceptar que... Sunghoon estuviera en una cita con Choi Haesoo. ¡Esa Omega era la peor mujer que pudo cruzar en su vida! ¡Lo vivía insultando! ¡Había planeado tirarle esas pinturas aquella vez!

¿Cómo Sunghoon pudo salir con ella? ¡Era un monstruo! ¡No, no, no! ¡Peor que eso!

Haesoo era bonita, Jake lo entendía.

Pero ¡esa actitud irritante, esa voz chillona que era tan insoportable! Jake quería golpearla en ese momento.

── ¿Papá me castigará si quiero pegarle a mi compañera?

Si bien, lastimar sus delicadas y hermosas manos nunca cruzó por su mente. Tampoco, manchar el nombre Shim. Recuerda haber sufrido en la escuela primaria, en el jardín... Todo porque lo consideraban "feo", él lo creyó por un momento. Pero su padre, le había aconsejado hablar con él... Y Jake siempre encontraba el refugió en los brazos de papá, contándole todas las burlas que recibía... Pensó que su padre explotaría e iría hablar con la maestra. No fue así.

Recuerda recibir un besito en la frente, antes de ver a su padre abandonar la habitación y la casa. 

Lo último, fue que a la mañana siguiente... Nadie volvió a molestarlo. Nadie volvió a mirarlo de esa mala forma. Menos algunos maestros.

Era como si en un chasquear de dedos, las cosas habían cambiado. Y así fue los siguientes años.

Min-Ki siempre protegería a sus hijos, él se los repetía cada día.

Entonces, Jake secó aquellas lágrimas inútiles. ¿Cómo decirle a papá que un chico lo estaba poniendo extraño? ¿Qué volvía raro su corazón? ¿Cómo explicar que estaba llorando por un chico? No. Además, su bonito crush era aquel desconocido cantante, no podía olvidarlo de un día para otro. De sólo tenerlo en mente, su omega chilló.

── No me tiene que importar.

Escuchando el llamado de su papá, mando todo al carajito y vestirse rápidamente. Abrió las puertas de su armario, él mantenía los colores de sus prendas por división; pastel, colores oscuros, pálidos, fluorescentes y también, otro armario donde guardaba su colección de ropas negras, botas y ciertos detalles más.

Eligió un contraste de diferentes lila, corrió a su set de maquillaje, era solo un adorno ya que su carita no era de pintar demasiado. Sólo un rubor. Una bonita tiara estuvo en sus manos.

Hoy sería el omega más bonito de todo mundo, haría oídos sordos al murmullo de las personas.

Solo era él, Shim Jake.

Aún cuando sentía a su omega decaído, no lo mostraría. 

Era una estrella brillante y demasiado orgulloso.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora