¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!

35: alfa y omega.

── Sunghoon...

Allí estaba él.

Era él.

Es él.

Y el omega interno completo una conexión con el alfa sin la marca porque se conocían, siempre serían ellos, se pertenecían completamente. En su mente, con ayuda de su propio omega; Jake recordó todo lo que su papá hizo para que dejase de llorar, dejase de sufrir, que olvidará todo. Todo estaba profundamente guardado en algún rincón de su mente que se mantuvo allí por tanto tiempo que no tardo mucho en volver al presente.

Recordar su pasado.

── Amor, ya no hay porque llorar... ──con suavidad, Sunghoon paseo sus pulgares por esas lindas mejillas húmedas, acercándose al rostro ajeno para compartir un beso esquimal, escuchando como el omega suspiraba entrecortado── ¿Bebé?

Silencio.

Recibió un inesperado abrazo por parte del omega, y unos bajos sollozos podían escucharse en la habitación, Sunghoon buscando consolarlo, envolvió entre sus brazos al peligris y soltó más su aroma, susurrando entre los mechones del omega.

── Shh. Ya estoy aquí amor.

── Perdóname, Hoon. Nunca quise, yo, yo realmente...

── Amor ──llamó en voz baja, Sunghoon subió sus manos al delicado rostro del chico, sujetando sus mejillas y dándole caricias como siempre quiso── Muero por besarte.

No hubo respuesta por parte del omega pues fue tarde cuando Sunghoon ya tenía a Jake abrazándolo por el cuello, besándolo y tomándolo de sorpresa, nunca pensó que algún día fuese Jake el inicio de algo así, de un momento así. 

Era un beso suave al que se abrió paso, algo inocente y realmente especial para el corazón de Jake. Y Sunghoon no tardo en llevar sus manos a las caderas del omega, juntando ambos cuerpos hasta el punto que no hubo distancia para eliminar y correspondió aquel beso, buscando transformarlo de algo inocente a algo indecente, algo más húmedo y caliente.

Era una euforia dentro de ambos pechos, en cuanto el omega entreabrió su boca, siendo Sunghoon que succionara su belfo superior, apartándose con suspiró.

── ¿Puedo ir más allá? ── Sunghoon pregunto, mirándolo atento a su reacción. Jake ruborizado por aquella mano intrusa tocar su caliente piel bajo aquella ancha remera, alzandola un poco── ¿Esta bien así para ti? ¿Puedo continuar?

── Puedes, alfa.

Escuchar aquellas cuatro palabras salir de la boca del propio Jake y no su omega, encendía una corriente que paseaba y quemaba en todo el cuerpo, finalizando en su entrepierna, Sunghoon mantuvo su autocontrol, exhalando por la boca casi encima de los labios del omega.

Jake no supo en qué exactitud terminó estando debajo del alfa, un espacio aún yace entre ambos cuerpos que anhelan frotarse, podía sentir como su pecho subía y bajaba, su respiración alterada y cuando buscaba una mínima paz dentro, la mirada de aquellos orbes desde arriba no ayudaban en nada, lo ponían en una situación más comprometedora y tembló notoriamente al sentir esas manos separar sus piernas, internándose entre la suave carne de sus muslos.

Jake mordió con fuerza sus labios al jadeo por los apretones entre sus piernas, sus manos las mantuvo arriba de su cabeza.

── Estás tan hermoso, mierda. ──dice el alfa, encantado con la imágen que ha hecho del omega en un momento así; jadeante, ruborizado, esas piernas aún cubiertas por el bóxer dándole lugar entre ellas, la intensa mirada de aquellos ojos que reflejan inocencia pura y a su vez, una tentación que desprende la misma de querer corromperla completamente── Eres exquisito.

── Sungho-

Inesperadamente Jake se vio envuelto por los húmedos labios del pálido, decir que el sonido chicloso de sus bocas escuchaba en la habitación al silencio que reinó antes, inevitablemente Sunghoon quería ayudar al omega en su celo, si es que quería, tantas imágenes inapropiadas que cruzó por su mente que el bulto de su bóxer fue más notorio.

Jake no quiso apartarse al momento que sus pulmones exigían aire, sin embargo, lo hizo. Notando como los labios de ambos estaban rojizos, hinchados y brillosos. Apreció aquellos orbes volverse rojizos con toques naranja.

Sunghoon había dejado que su alfa saliera a la luz.

Sin darse cuenta que el omega de Jake también quería hacerlo, un gemido salió de su boca cuando Sunghoon inició un recorrido de besos en su cuello y sus manos acariciando sus muslos.

── Omega. Déjame ayudarte... ── Jake podía sentir un poco de vergüenza a sus gemidos al momento que el de tez blanca empezó a marcarlo cada vez más, temblando a su voz de mando── Mi Omega.

Sunghoon se apartó un momento para mirarlo y escuchar su respuesta. Jake no hizo otra cosa que morder sus propios labios, y dar un asentamiento con sus mejillas rojizas.

── Te necesito, alfa.

notita: emm, no pasará a mas 😃😃😃 

perdoon:( asjajksja