25: pasado.

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Shim Min-Ki suspiró, avergonzado por las miradas discretas de la gente a su alrededor y miró a su cachorrito mimoso, Shim Jake, su bebé tirado en el suelo mientras sollozaba con fuerza.

── ¿Papá, le pego? Quiero pegarle, hay que pegarle ──su otro cachorro un poquito mayor lo miró suplicante, y es que su hermanito traía muchas miradas── ¡Solo lo pateare, lo juro!

── ¡Jaehyun, eso esta mal! ¡Es tu hermano!

── ¡Pero papá!

── ¡Tonto Hyung, cállate! ──el pequeño Jake gruñó, para mirar con ojitos llorosos e hinchados a su padre. Min-Ki cubrió inmediatamente sus ojos, negándose a verlo y caer en la dulzura de su bebé, el peligris se colgó de su pierna para seguir sollozando, apuntando al juguete de IronMan que su padre no quería comprarle── ¡Papi, juguete!, ¡Jakey quiere juguete!. Jakey no llora si papi compra juguete...

── Mi amor ──suspiró, tratando de tener paciencia── Ya te dije no, ¿otro día, sí?

── Uhm, P-pero...

Jaehyun huyo de allí, yéndose del lugar para dejarle a la desgracia del berrinchudo a su padre.

Min-Ki trago sonoramente al ver como su cachorrito mimado respiraba hondamente, preparando esos cachetitos rojizos y abrir sus labiecitos hasta que, el desgarrador llanto resonó.

── Ay, me arrepiento de que la cigüeña te deje en mis puertas, hijo ──y es que como padre, no podía decir otra clase de vocabulario frente a sus bebés y se encaminó hasta otra sección, mientras Jake era arrastrado sosteniéndose de su pierna.

Su hijo no lo quería soltar.

── ¡Papi! ¡Appa! ¡Appa! ¡Papi! ──el peligris rastro su naricita rojiza en el pantalón de su padre, Min-Ki hizo una mueca al ver esos mocos pegados en la tela.

Iugh.

Pero siendo su cachorrito mimado, lo dejo pasar.

Como otras ochocientas veces.

Mirando el techo del mercado, pensó «Solo tengo que esperar a que crezca, se paciente Ki»

── Cachorro.

Jake saco su carita desastrosa con mocos del pantalón de su padre. La cuál, había rastros de mocos y lágrimas. Miro hacia arriba y sorbió su nariz.

── ¿Papá comprará juguete a Jakey?

── No amorcito, ve a la sección de lácteos y trae lo que quieras.

── ¿También juguete? ──esos ojitos de cachorro lo miraron con ilusión.

Min-Ki refrego sus sienes, complemento cansado. Sabia que si miraba a su bebé, esos orbes lo harían caer completamente y eso quería evitar.

Negó sin mirarlo.

Jake asintió cabizbajo, parándose dificultosamente con sus piecitos y sacudir sus prendas. Tironeo del pantalón de su papá y hablo, apuntando su sucia nariz.

── Jakey, sucio. Papá limpia.

Min-Ki sonrió, agachándose a la bajita estatura del peligris y sacar un pañuelo, limpiando la suciedad de su pequeño.

── Listo. Ve y trae lo necesario, ¿si?

Con un asentimiento, Jake siguió su rumbo hacia las otras secciones de lácteos. Sorbió su nariz de ves en cuando y es que aún quería comprar sus juguetes. Unas gotitas cristalinas se deslizaban sobre sus cachetitos, las cual, secaba inmediatamente.

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora