¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!

34: pasado.

Ha pasado un largo tiempo.

Tras un lapso de tiempo en donde fue un caos para Shim Min-Ki pues en primer lugar están la salud de sus de sus cachorros, estar al tanto del estado en el que están, no le gustaría revivir como su hijo menor estuvo anteriormente, quizás las llamadas pudieron solucionar algo, quizás, no obstante, cegado por aquel odio en su pecho, los alfas son tan impulsivos.

Min-Ki es uno.

── Papá, ¿qué piensas de esto?

Min-Ki terminó de beber su licuado y se acomodó pues estar sentado en la silla con la vista al mar hasta que uno de sus bebés se posó frente suyo, Jake con un mohín miraba a su progenitor con un sombrero de playa que compró. Cubría casi toda su vista.

── Te queda grande, bebé.

── ¿Es un no?

Intentó sobornar a papá alfa con ojitos de cachorro; sin embargo, fue completamente inútil cuando lo vio negar con la cabeza, y fueron tan solo tres minutos que soltó un quejido a un golpe en su nuca, Jake miró enfadado a su hermano mayor completamente mojado.

Estaban de viaje en Jeju.

── Deja de ser gruñón. Además eso no te queda, enanito ──musitó burlón.

── ¡No te metas, Hyung!

── ¿Dónde estás, Jake? No te veo.

Jaehyun gustando de molestarlo y fastidiarlo pues era tradición de hermanos, fingió sorpresa mirando a su alrededor y no en frente, donde yacía el menor con una expresión de enojo.

Min-Ki soltó una risa. Sus hijos amaban molestarse uno al otro, entre empujones hasta bromas.

Como siempre tuvo que ser.

Esas sonrisas habían vuelto.

Y unas fotos tuvieron que ser desvanecidas para traer devuelta la felicidad de sus cachorros.

── Vengan aquí y den un abrazo a su padre, cachorros.

Los menores no tardaron en hacer caso a su padre, tirándose encima y recostarlo en la arena mientras la risas eran visibles. Jake miró a su hermano ir por unos jugos y al estar a solas, se acercó su padre.

── Papá.

── ¿Mh?

── Sé que no te gusta que hable de esto pero-

── Esta bien, los sueños son solo eso, sueños, amor ──mentir no es una especialidad en la que fuese experto, hacia todo esto por traer la sonrisita de su cachorro, quizás ya era demasiado tarde para arrepentirse de algunas decisiones, beso la frente de su hijo── Solo ignoralo, amor, ¿harás eso por papá?

Jake asintió, sus risitas bajas a los mimos de su padre, olvidándose de aquellos sueños como si fuesen flash back en su mente. Ya no era un cachorrito bebé, con 14 años esa belleza que obtuvo de bebé incremento hasta ser un jovencito con un sublime ente divino en la tierra, una hermosura que para ojos de todo mundo: un futuro omega.

Y tras toda esa belleza, esos buenos momentos yace una incertidumbre que crece día a día: ¿quién era aquel niño de tez blanquecina que, tras haberlo soñado pocas veces, nunca puede ver su rostro? 

¿Quién es Hoon?

.

.

.

En la enorme oficina ya había finalizado la reunión, algunos socios se habían ido y otros intercambiando algunos planes, pero el Jefe Park lidiaba con su rebelde muchacho. Sunghoon mantenía su expresión aburrida mientras giraba en la silla de su padre quien firmaba algunos papeles.