22: concern.

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Estando en la mansión Shim, unas fuertes feromonas podía atraer a cualquier Alfa y Sunghoon inspiró hondo, tocando su pecho y sentir el auto-control de su parte animal, gruñendo así mismo como su mayor rival. Una parte de él, quería empujar la puerta y esos millones de pensamientos (no apto para público) hacerlas con su amorcito (aún no correspondido). Y otra, tener al Omega en sus brazos, arroparlo con las mantitas más suaves y protegerlo.

«Me tienta mucho la primera» pensó, olfateo un poco más, dejando caer su frente en la puerta y su mente a trajo preguntas de aquella razón.

Si bien, él no era de prestar mucha atención en la clase de Alfas y Omegas en clase sexual. Así que no entendía lo que ocurría ahí mismo, tocó nuevamente la puerta.

── ¡Jake! ¡Amorcito! ──suspiró, queriendo abrir la puerta con fuerza y besar al peligris, pero no quería causar un alboroto y trató de tranquilizar lo que sea que le estaba pasando a él en ese momento── ¡Jake!

──¡Tonto!.. ¡Vete! ──esa vocecita estaba quebradiza, Jake estaba sollozando y despertó toda las alarmas del Alfa, Sunghoon no se iba a largar de allí, ni loco.

── Jake. Ábreme la puerta, por favor ──insistió nuevamente── Bebé... Déjame pasar.

Decir que sus dulces palabras estaban complicando al peligris, endulzando cada vez más al omega por querer salir y acurrucarse en el pálido como su manta. Con ese pensamiento, Jake se negó, luchando con los ojitos llorosos y sostenerse de sí mismo, no entendía que hacía el Capitán Park en las puertas de su casa, ¡había llegado en el peor momento!

──Besos de Alfa... Alfa ──suplicó su Omega, gruñendo al ver que se negaba a dejar pasar a Sunghoon. Jake sacudió su cabeza, respiró hondo y se puso de pie, sus piernas estaban temblorosas, se encaminó con pasos torpes hasta la puerta, apoyándose y ronroneo de estar cerca, muy cerca de Sunghoon── S-Sunghoon.. Vete. No es... No es el mejor momento para que estés aquí.

── Bebé. ──con solo ese apodo, Jake sorbo su nariz, no negó aquellos latidos de su corazón por la voz de Sunghoon, lo necesitaba── No me iré hasta verte, quiero saber que estés bien, bebé. Los chicos están preocupados por ti, no fuiste a clases... Yo, yo quiero verte, estoy preocupado. Necesito ver esos ojitos que me vuelven loco, necesito ver a mi omega. O... ¿tu no quieres verme?

«Es lo que más quiero, tonto» Jake no podía creer que estaba en una situación como esta, él en celo y Park Sunghoon ansiando verlo. No podía retener mucho a su Omega, si Sunghoon no se iba, estaría perdiendo las riendas y la poca cordura se iría al girar la perilla, estaba seguro que después de eso, tendría problemas con su padre y hermano.

Soltó un quejido cuando el dolor se identificó más, sus piernas estaban muy débiles y lamentablemente, cayó al suelo. Sé hizo bolita y sollozo, jamás cruzó por su mente que sería tan doloroso. En sus celos anteriores nunca le había dolido tanto como ahora, sentía que se le estaban encogiendo los órganos, sentirse tan vacío... Y necesitado.

Quería a Sunghoon.

── ¡Alfa!

Decir que Sunghoon ya estaba rompiendo la puerta, era por la obligación por su Alfa y su instinto protector. Dando varias patadas a la perilla, esta se rompió en varias partes y dejando el acceso al interior. Empujó, mirando a su alrededor al momento de escuchar un estruendo, trago al ver al peligris.

Tirado en el suelo, mientras agarraba su abdomen con manos temblorosas y pequeñas lágrimas cubrían esos cachetitos, Jake dejó que su Omega tomará el lugar, dejándose ver ante el pálido. Sintió segundos después, unos brazos envolverlo y respiró todo el aroma del Alfa, escondió su nariz en aquel cuello, ronroneando.

Esfumó esos alarmantes pensamientos ante unos labios besar los suyos con adoración, unos brazos acorralar su cuello y Sunghoon guió sus manos a la cintura ajena, correspondiendo el dulce beso que Jake le estaba dando. Se sonrojo al gemido del peligris, quedando sorprendido cuando él tomó asiento en su regazo. Sunghoon se tensó, rompiendo el contacto de sus bocas y escuchando un gruñido. Entonces, al mirar esos ojitos celestes bonitos, comprendió.

──Alfa, mimos... ──el Omega pidió, iniciando un recorrido de besos en esa tersa piel y morder un poco, para ver nuevamente el rostro en shock del Alfa, puchereó a la poca atención──... ¡Alfa!

Sunghoon remojo sus labios, sin saber qué hacer o qué decir, jamás convivió con un Omega en celo, ¡ni siquiera había visto a uno! Su padre no le dio 'esa charla', además de ser padre soltero y abrir la boca para mencionar una de sus parejas. Nunca supo si su padre o madre (Omega o Alfa), nunca le vio el rostro y nunca supo de él o ella. Suho no mencionaba tal tema, era como algo sin importancia.

El señor Park siempre fue un padre, tanto como una madre para Sunghoon y eso, lo hacía verlo como un ídolo a sus ojos, dándole tanto amor y consentirlo desde siempre. Sunghoon no necesito a nadie más que su padre, aún así; se avergonzó tímidamente al no saber que hacer con Jake.

¿Cómo se debía tratar a un Omega en celo?

── ¿Jake? ──llamó, nervioso. Bajando la mirada al verlo tan cegado en dejar feromonas alrededor, Jake no actuaba como Jake, aquel peligrisito agresivo, torpe y dulcemente enojón. El omega era dulce, una masita inocente en busca de mimos y muchos, muchos besitos.

Unos orbes celestes y brillosos, lo miraron atentos y curiosos, el bajito Omega acomodo ambas piernas en la cintura del pálido y Sunghoon se las ingenió en pararse, un poco torpe al sostener esos apetitosos muslos acaramelados.

── Alfita.

── ¿Qué pasa, bonito?

── Lo amo, Alfita... Tiene loco a mi corazoncito, boom boom~ ──soltando risitas, posó su oído en el pecho de Park, escuchando el fuerte latido de su corazón y viendo el fuerte sonrojo de él

── Quiero ir a mi habitación, pero quiero que me lleves.

Sunghoon realmente se imagino millones de escenas por unas inocentes palabras.

Mierda

¡𝗡𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora