Tan pronto salimos de la sala de conferencias, Jungkook no tardó ni un solo segundo para cogerme del brazo y llevarme a la primer habitación que encontró vacía.
―Quieto, bonito, que esas cosas solo en privado ―me burlé coqueta, aunque la mueca me duró lo que dura un pestañeo, pues pronto le miré con mala cara.
―¿Quisieras explicarme qué es todo esto? ―demandó molesto. Con su mirada intensa y fija en mí.
―Lo has escuchado del jefe, solo es una estrategia de propos.
¿Qué puedo decir de Jeon Jungkook? Le conocía desde hacía muchos años atrás, si bien no hablábamos desde hacía muchos años. Había pasado la misma cantidad de tiempo mirándole desde la distancia. Sabía cada una de las muecas que hacía.
Sin embargo, la mueca que tenía ahora mismo... nunca la había visto. Así que me quedé un poco congelada en mi lugar.
―Y una mierda. ¿Qué es eso de que preferiste hacer de relación conmigo? Nos odiamos.
Ah, vale que está molesto por eso.
―Para odiarte, tendrías que importarme y no es el caso. Así que... ―decidí defenderme como sabía hacer.
―Entonces, ¿por qué has decidido hacer esta mierda conmigo? ¿Para qué involucrarme?
Miré hacia todos lados, sabía que estábamos solos, pero no estaba de más asegurarme. Me tomé el tiempo del mundo en caminar hacia el escritorio que estaba al final de la habitación, al parecer un pequeño estudio que a lo mejor alguien había olvidado que existía.
Jungkook se aseguró de repasarme en todo momento, lo cual... me hacía recordar la manera en que me miraba la noche pasada.
―Iba a hacerlo con Jimin o Hoseok, pues son mis amigos...
Pero si lo hacía con ellos, tendría que involucrarme de manera casi sentimental. Y la verdad es que no podía hacer eso con Jiminie, no cuando él está coladito por uno de sus productores. No podría hacerle eso, además, ¿qué pasa si las cosas salen bien con ellos? No. Es un no rotundo.
―¿Pero...? ―se impacientó el chico.
―Son mis mejores amigos, ¿sabes lo que es eso? Sería como besar a un hermano ―para darle más énfasis a mis palabras, hice una mueca de asco. Con todo y temblores. Pero si es que yo soy una buenísima actriz, ¿debería intentar actuar en un drama de esos? No sería mala idea, hablaré de eso con Minah onní.
Cuando mis ojos regresaron con Jungkook, me di cuenta que tenía una mirada demasiado extraña. Como si estuviera analizándome o quisiera meterse dentro de mi cabeza. Retiro todo lo que decía acerca de conocer a Jungkook, cuando se metía dentro de sus pensamientos, era un dolor de cabeza intentar saber lo que rondaba por su mente.
Suspiré.
―En fin, las cosas salieron mejor contigo. ¿Qué te quejas? Solo será por un tiempo. Sabes los tiempos difíciles en los que nos encontramos por estar en pandemia.
―Pero no nos gustamos ―respuso. Algo que me enfadó.
―Eso no decías anoche.
Mi comentario pareció dejarle en algún clavo. Porque pronto, su mirada cambió y, aún cuando estaba ebria, podía recordar con exactitud todo. Incluyendo la manera en que me estaba mirando en este mismo momento.
Jungkook era una persona demasiado emocional. Tal vez no puedo saber qué es lo que está pensando en estos momentos, pero sí que puedo adivinar la emoción que expresa. Era como cuando se encontraba en el escenario. Siempre que bailaba, se concentraba tanto en la coreografía, que su mirada se volvía más felina, como si se tratase de un depredador que mantenía en la mira a su presa.
Y así me sentía en estos momentos: como la presa.
Hice mi mejor intento para esconder el repentino nerviosismo creado por... algo que latía entre los dos. Aunque seguro que eran los latidos de mi corazón.
―Quisiera decir que puedo cambiar de candidato ―susurré, interviniendo antes de que él lo hiciera ―. Pero a las fans les ha parecido una buena selección. Así que...
―No puedes hacerme esto, Katana. ¿Es así como quieres vengarte de mí? Pensé que lo habías dejado en el pasado.
Fue entonces que la bomba que sabía que explotaría en cualquier momento: explotó.
Mi semblante cambió y ahora solo atiné a sacarlo de mí. Aunque sabía cómo darle en lo que más le dolía.
―Tienes razón, tal vez debí preguntarle a Namjoon, o a Jin... Tae es un buen actor, seguro que él lo hubiera hecho mejor que tú.
Y con eso, salí del estudio en donde nos había encerrado y me dirigí hacia la sala de prácticas en donde sabía que se encontrarían mis amigas. Fue cuestión de tiempo para hacerlo y nada más llegar a donde se encontraban, pude sentirme un poco mejor.
―Bueno, Kat ya ha llegado: a ensayar ―argumentó onní con una sonrisa de lado. Apenas visible. Era obvio que me conocía tan bien como para saber que algo malo estaba pasándome.
Las demás integrantes asintieron, seguro que me preguntarían nada más llegar al dormitorio, pero por lo menos, en estas siguientes horas; nadie hablaría al respecto de ello. Lo cual me hacía sentir mucho mejor.
Las chicas de Heaven eran mi familia, las personas con las que podía contar a ciegas. Seguro que notaron acerca de las cosas que estaban en mi cabeza, era demasiado obvio por cómo es que me había involucrado con el maknae de Bangtan.
―Ya es hora, chicas, mañana continuaremos con el ensayo ―anunció la coreógrafa del grupo con una cara de cansancio.
Las tres sonreímos, de la misma manera. Una vez que nos quedamos solas, Jiwoon y Taylor corrieron hacia mí para abrazarme. Ellas eran unas nenitas.
―Cuéntanos todo. A detalles ―pidieron al mismo tiempo. A veces parecían dos muñequitas de esas que salen en las películas.
Abrí los ojos con molestia ―. No les contaré los detalles de la noche, pervertidas.
―No sean entrometidas, chicas, dejad a Kat en paz ―intervino onní de nuevo, colocando las manos detrás de sus espaldas para empujarlas hacia la salida. Abrí la boca para agradecer a onní, cuando en realidad su mueca cambió a una que gritaba "cotilla" ―. Pero puedes darnos detalles de la reunión que tuviste en la mañana. Minah onní no se veía del todo bien cuando nos recogió en la mañana.
Abulté los labios sin querer decir alguna palabra al respecto. Pero sabía a la perfección que, sino soltaba lo que pensaba, explotaría, así que... tenía que decírselo a alguien. ¿Quién es la mejor persona para hablarlo que mis mejores amigas?
―La cosa es que... ―y comencé.
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Lonely hearts club | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ
RomantikEn donde dos idols se enfrentan a la situación más complicada de toda su carrera: enamorarse.