𝕶𝖆𝖙𝖆𝖓𝖆 ; 19

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Entré hecha una furia hacia su estudio, a diferencia de algunos de los productores, Jungkook no tenía código en la puerta. Y agradecía que este solo pusiera el pestillo cuando yo me encontraba ahí dentro.

Él estaba de espaldas a mí, con los cascos puestos y el programa de edición en la pantalla de su ordenador. Me cabreó un poco más el hecho de que estuviera tan tranquilo sin enterarse de nada. Le quité los cascos, haciéndolo saltar en su lugar, aunque se relajó nada más verme.

―¿En qué carajos estabas pensando? ―bramé, puedo asegurar que roja por la cólera o por la carrera que hice desde la cafetería hasta aquí.

―¿De qué hablas? ¿Ahora qué hice?

Se veía confundido, puto crío.

―Os peleasteis. Namjoon y tú.

Bastó sólo nombrar a su líder para que su mirada se endureciera. Viró los ojos al tiempo que lo hacía con su silla y volvía su atención a su trabajo. No estaba haciendo cambios, él solo intentaba distraerse.

―Pues sí, me tocó la polla, me calenté y tal vez le dije unas cosillas por ahí. Pero de quién deberías estar molesta es de él. No escuchaste lo que dijo.

Le miré perpleja. Suspiré con pesadez.

―No, si con él también voy a hablar. Ahora mismo. Solo he venido para asegurarme de que los cotilleos de los pasillos fueran ciertos.

Mis palabras le llamaron la atención ―. ¿Viniste primero conmigo?

Le miré confundida ―. Pues, ¿sí, no? La relación la tengo contigo, siempre tengo que hablar contigo primero. Así como espero que tú, idiota, lo hagas conmigo. ¿Por qué no me lo dijiste la semana pasada?

Las discusiones con Jeon eran raras. O bien terminábamos comiéndonos la boca el uno al otro o simplemente decíamos cosas sin meditar antes. Como si tuviéramos la confianza absoluta para decir lo que nos afligía.

Soltando un bufido que hizo que mi flequillo se moviera un poco, me dejé caer en el sofá. Él me miró en todo momento.

―Entonces, solo para retomar, ¿estabas cabreada conmigo porque no te lo conté? ¿O porque tuve una discusión con hyung? 

Me cubrí los ojos con el brazo. A veces no me entendía, pero cuando se trataba de Jeon me ponía de los pelos de punta cualquier cosa que se saliera de control.

―Pues sí, tío, ¿qué te digo?

No necesité mirarlo para saber que tenía una sonrisa de autosuficiencia en sus labios. Él solo le dio unas palmaditas a mi pierna antes de comenzar a trabajar de nuevo.

―¿Estás preparada para los MMAs?

―Me cabrea más que me subestimes así.

Él sonrió antes de pararse de su silla y caminar hacia donde estaba, alzó mi cabeza para sentarse y dejarme usar sus tonificados muslos como almohada. Peinó mi cabello como siempre lo hacía.

―Esa es mi chica ―sonrió con orgullo ―. ¿Qué canciones presentaréis?

―Ah, no, eso no se dice, guapo ―él hizo un puchero con los labios, lo que me obligó a darle un beso en la mueca ―. Pero sí te diré que tendré una aparición sorpresa.

Por la mueca que puso, sabía que pensaba en las canciones que le había mostrado el otro día. A lo que reí.

―Tú quieres que me duela la polla, ¿verdad?

Unas carcajadas brotaron de mis labios ―. Que haré una presentación con alguien, tranquilo, es una colaboración, tío. Tampoco es la gran cosa, no tiene mucha coreo.

Él se acercó a mis labios ―. Mmm, igual siempre lo haces fenomenal, seguro que esta vez es igual.

Había algo que odiaba de Jeon y era la manera en que él me hacía derretirme con un solo beso. Lo había hecho desde la primera vez que nos habíamos besado y ahora sentía que las cosas se volvían peor. Ahora era increíble cómo es que me daba ansiedad porque me tocase o tenerlo cerca.

Ya habían pasado dos meses y Jeon no hacía otra cosa más que demostrarme qué tan cariñoso podía llegar a ser. Al principio me había chafado, no estaba acostumbrada a ese tipo de contacto, pero ahora, me sentía rara sino lo hacía.

―¡Guau, guau, guau! Conseguid una habitación ―la exclamación de Yoongi me hizo virar los ojos.

―Yoongi, tío, sí es que yo a ti te tengo aprecio, pero ahora mismo quiero arrancarte la cabeza ―dije entre dientes. Detestaba que hiciera un escándalo de nada.

―A ver, chula, que para eso existen los seguros en las puertas. Si quisierais comerse los morros, pues cerráis con seguro, ¿no?

Yo suspiré mientras que Jeon reía risueño.

―¿Qué necesitas, hyung?

―He venido aquí, luego de haberte buscado por todo el edificio ―acudo mirándome fijamente ―. Para anunciadles que me han nominado como productor del año con la canción que os di.

Jungkook y yo saltamos en nuestro lugar solo escuchar aquellas palabras.

―¡Jo, tío, felicidades! ―dijimos los dos al unísono mientras nos levantábamos para abrazarle.

―Sí, sí, sí, lo que sea. El punto es que, sí llego a ganar...

―Que lo harás ―dijo con seguridad Jungkook, aunque Yoongi lo ignoró.

―Quiero que subáis conmigo, os digo de una para que en el momento no estéis como idiotas, os quiero listos.


Unas horas más tarde, me encontraba en la sala de ensayos con las chicas, habíamos estado practicando la canción que tocaríamos ese día y debo decir que, es agotador. Era muy cansado pensar en esta presentación y en la que haría con Yoon Mirae onní.

No hacía mucho que me llamó para crear esa canción y debo decir que estaba fascinada. Emocionada a decir verdad, era la primera vez que hacía algo en solitario y después de haberlo hablado con los jefes, me sentí feliz de poder hacerlo.

―Lo harás genial ―me abrazó con fuerza Jiwoon. Quien había sido la encargada de ensayar conmigo la coreo que haría esa noche. Una noche que estaba vuelta a la esquina.

―Eso espero. Igual estoy nerviosa.

―Ya hablamos de eso, deberías no estarlo, pronto sacarás tu mixtape.

Arrugué la nariz. Era raro hacer algo por mi cuenta y sin tomar en cuenta a las chicas. Al principio, creí que se molestarían conmigo, pero ciertamente no lo hicieron, todo lo contrario. Es que yo amaba a mis amigas.

―Y, entonces, ¿hablaste con Namjoon? ―preguntó onní. Yo hice una mueca de molestia.

―Dijo que solo estaba jugando. Ese cabrón solo está comportándose como un crío.

―Namjoon no es idiota, seguro sabía que tocaría un nervio de Jungkook ―asentí dándole la razón a onní ―. Da igual, no le des la mayor importancia. No vale la pena.

Las palabras de onní se quedaron grabadas en mi cabeza. Llamando la atención cuando dijo: tocarle un nervio. ¿A qué se refería con eso?

Lonely hearts club | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora