Una o mil estaciones.

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¿Y si te contará un secreto?
Mis primaveras se volvieron más frías que mis días de invierno, ninguna flor quiere brotar en mis tierras muertas, y es que busco el calor, aquella chispa que solía llevar amarrada al pecho, la busco en mis escombros y mis nuevos cimientos, pero no está.

Cuando escribo una risa, lloro, me desaparezco unas horas porque me ahoga el llanto, el miedo y mi detestable sentimiento de amar.

Me miró al espejo y no me veo, aquel reflejo no me pertenece, tan agotado, destruido y apagado.

-K.