Estar hecha pedazos me enseñó que no importaba si los trozos ya no encajaban, si se hacían polvo y volaban.
Que el gato en la oscuridad podía tener una vista impecable y que a plena tarde se siente lo suficientemente triste como para subir a un árbol y llorar.
Perderse es bueno incluso para los que tienen el mapa en la cabeza, que con polvo de estrellas puedes crear tus sueños y me refiero a tus polvos, aquellos que vienen de los trozos de tu alma incluso esperanza, que estar rota te hace magia porque cada parte se reconstruye con un poco de invierno, primavera, otoño y verano, con las ojas caídas y marchitas, con la piel quemada y labios congelados, una pizca de nacimiento porque sin muerte no hay vida y sin vida tu no estarías llorando por un quizás de sueños que se encuentran en las puntas de tus dedos pero tienes miedo de agarrarlos fuerte.
La oruga se arrastró y un día despertó para volar.
La serpiente cambió de piel porque la otra llevaba un pasado demasiado pesado para su cuerpo.
Tú cambias de piel, tú, vas a volar.
-A.
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Una o mil estaciones.
PoesíaVerano, otoño, primavera e invierno, te haré eterno en mil maneras pero solo en una podrás verlo.-A. Cartas a las estaciónes.