Una o mil estaciones.

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La gente miente, es lo mejor que saben hacer, yo miento, le miento a mi corazón, a mi alma y mi mente, me miento todo el tiempo, todos los días porque los recuerdos me matan, me ahogan y deseo morir con mis flores podridas.

Los labios me tiemblan de tanto reír, sonreír de forma forzosa. ¿Pero que tiene que duela un poquito?
Me esfuerzo por cumplir promesas, ¿por qué?
Si no quiero comer, ¿y si me quiero hacer daño, que?
Si no duermo, ¿que tiene que me esfuerce en el trabajo para olvidar?

Hubo un corte, fue sin querer pero, no dolió... Ni me dolió más tarde, me divertí y me sentí asqueada de mi, porque primavera mostraba sus flores, sus colores, primavera se creyó serpiente y se puso otra piel.

Porque alguien pasó sus dedos por mi cuerpo esta mañana, alguien me beso y quise llorar, gritar... Pero me mentí una vez más y cuando acabo camine con la cabeza en alto de vuelta a mi lugar, me sentí juzgada por quien me mirara. ¿Por qué?

Primavera miente, ella miente todo el tiempo, porque no sabe que esta bien quiere respuestas a un porque, que no tiene voz pero aún así quiere gritar.

Vivir con dudas, vivir callada, el hecho de vivir ya es una tortura, pero prometió comer, prometió no hacerse daño, pero las promesas se rompen y lo sabe, quien hizo esa promesa probablemte ya no sabe nada.

Primavera está asustada, primavera teme de ella misma, primavera quiere enterrarse sus propias espinas, quizás logre dormir unas horas.

Primavera se acabo, ¿no lo entiendes?
Primavera se vuelve loca con los recuerdos, recuerdos que vuelven en pesadillas, incluso cuando está despierta y en la calle.

Primavera es ahora una tortura, primavera miente, se miente a ella misma.
-A.