Una o mil estaciones.

30

Primavera me enseñó a dar, dar demasiado y que eso puede dañar el alma, porque esperas recibir lo mismo aun sabiendo que eso es imposible.
Invierno me dijo que si sigo esperando terminare como el, siendo fría por fuera mientras que por dentro morire esperando respuesta.
Otoño me mostró que aún botando los malos recuerdos ellos siempre regresan porque el lo permite, los deja porque los extraña y cada año los vuelve a dejar por la misma razón, no le dan más que tristezas a su corazón.
Verano está feliz porque da y recibe lo que espera, tiene suerte así que debería de darle un poquito a los demás y secar las lágrimas que caen hoy de mis ojos pero me dice no, que el me amara este 27 de octubre aunque este lejos de mi, que me abrazara fuerte para calentar este día que parece tortura, que no piense en aquel que me hace daño a pesar de llevar su sangre, que no importa porque ellos están conmigo.

-A.