Una o mil estaciones.

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Me perdí, me perdí porque así lo quise y lo vuelvo a decir... Me perdí porque nunca supe encontrar el camino de regreso y elegí los desvíos equivocados.
Me negué a tomar asiento para beber aunque sea una taza de café pero me aferre a los libros que me brindaba cada caída y eso que nunca dejaba de ver hacia el suelo porque el cielo me negaba alzar el vuelo no necesita de cobardes que solo nadan contra la corriente y a la hora de volar huían de los vientos.
Eso quedó en el pasado, junto a las viejas estaciones como serpientes vamos cambiando las pieles. Me perdí, y derrumbe miles de veces cerré con fuerza los ojos llorar no esta permitido para el que soñar ya no puede. Me negué a decir verdades amar esta permitido incluso para el que esta lleno de cicatrices observe mis piernas y me maldije.
¿Qué clase de amor puedo dar alguien que desea pero no hace realidad?
Otoño no quiso dejar caer sus últimas hojas invierno puede llevárselas y traermelas el otro año.
Invierno sonrió no las volverás a ver porque tu siempre estas antes que yo.
Eso me recordó que yo le dejé a primavera un recado hace años y ella solo me había ignorado volveré cuando tu alma se allá cansado.
Me perdí, me perdí porque siempre fui así.
-A.