Una o mil estaciones.

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Primavera, ahora que has llegado debo confesar.
Probablemente su mano no estaba hecha para la mía pero sentía que encajaban mejor que un rompecabezas, quizás tu lo sabias mucho antes que yo.

Que sus pies siempre van delante de los míos, que no me acelera el corazón ni siento mariposas en el estómago, probablemente eso también lo sabías.
Primavera, ¿será que las mariposas son la representación del tiempo?

Ya sabes a lo que me refiero, cuando estan es porque todo será genial y cuando se van lentamente te están diciendo que el tiempo acabó, que vendrá otra persona hasta que la paz llegue al corazón.

El me calma el corazón, me calienta el alma, y su ojos me hacen recordar que fría yo no soy, sus manos en mi cintura hacen que desee un abrazo, que sus planes para un futuro no me asusten, que las dudas no caben a pesar de que son gigantes.

Primavera, debes confesarme que siempre lo supiste, que para tu llegada todo habría cambiado.

-A.