Una o mil estaciones.

20.

Desde otros ojos...

La vi en sus peores momentos, desde veranos llenos de pánico hasta inviernos cubiertos de ansiedad, pero con otoños y primaveras de paz.
Vi sus manos temblando aún con el sol pegando directamente a su cuerpo y sus dientes mordiendo sus labios repetidas veces para así evitar una tormenta que no estaba pronosticada.
Me pareció escuchar una música sin ritmo pero acelerada que provenía de su pecho y sus uñas caían sin piedad al suelo.
La vi correr cuando caminaba y el  miedo en su rostro inexpresivo. Presencie cuando quedaba sin aire y sus manos golpeaban la pared gritando que se detuviera, aquello parecía que la estaba torturando.
Aún así ella no perdía la calma en otoño, se veía tranquila pero repetía que así no se sentía. La vi tantas veces huir de las personas, alejándose y evitando el cruce de palabras hasta que primavera me mostró sus verdades, un cuerpo lleno de heridas que hizo preguntarme ¿Serán esas las cicatrices de su alma?

La vi,
Pero ella no a mi.
La vi,
Y desee morir por ella.
La vi,
Quise quitar sus miedos.
La vi,
Pero ella no me dejó entrar.
Así que la seguí viendo de lejos,
Como las ansiedad y el pánico la consumían.

La vi y supe que esa persona era yo.

-A.