Arrangements

Capítulo 20

El celo de Yoongi llegó medio día antes de lo esperado. Namjoon tuvo que admitir que escuchar al hombre en su fase inicial lo aterrorizó hasta la médula. Mientras el resto de la manada entraba y salía de la habitación, Namjoon permanecía firmemente fuera. Pero no podía moverse mucho más allá de la puerta. Algo dentro de él quería permanecer cerca. Yoongi estaba sufriendo, y el Alfa interior de Namjoon se sentía profundamente infeliz por ello.

Quería ser capaz de hacer algo útil. Al final encontró una camiseta vieja y se la ofreció. Cuando Jungkook salió un rato después, le había dicho que Yoongi la llevaba puesta, y eso fue suficiente para Namjoon. No podía decir que era amigo del otro alfa, pero no quería que sufriera.

—Deberías entrar— se encogió Jimin un rato después. —Todos los demás lo hacen.

Namjoon hizo una mueca. —No sé si quiero verlo así.

—Él no es... ya sabes... ¡todo el tiempo!— Jimin se rió. —Ya sabes cómo es el celo".

—Ha pasado un tiempo.

Jimin lo miró como si tuviera dos cabezas. —Casi siempre es Yoongi-hyung entre las olas.

Namjoon no tenía idea de lo que el Beta estaba hablando. celo, para Namjoon, había sido una serie constante de dolor y desesperación. Se había desmayado tantas veces durante sus propias experiencias que no podía imaginar cómo Yoongi se las arreglaba para ser el mismo de siempre. ¿Y qué quería decir Jimin con lo de las olas?

—¿No está demasiado cansado para hablar?— Preguntó.

Jimin negó con la cabeza. —Lo está un poco, pero se ha echado la siesta antes.

Se estaba haciendo evidente que las experiencias de Namjoon eran muy diferentes. Desearía haber podido dormir. Sus celos eran tan agotadores... cuanto más pensaba en ello, más temía el suyo. Había entregado las últimas pastillas a Jin. Los folletos que les habían dado decían que debía esperar entrar en celo dentro de tres semanas, y Namjoon no creía que estuviera mentalmente preparado.

Tenía que ver por sí mismo si lo que decía Jimin era cierto. Más tarde, cuando Taehyung salió de la guarida, Namjoon fue el primero en ofrecerse a entrar en la habitación. No se sentía cómodo ayudando a Yoongi si las cosas se ponían difíciles, pero si lo que Jimin había dicho era cierto, podría hacerle compañía durante un tiempo.

Cuando entró, Yoongi llevaba puesta la camiseta de Namjoon con una manta envuelta en la cintura. Tenía el pelo pegado a la frente y parecía agotado, pero no había señales de que le doliera. Namjoon se sentó junto al alfa en el sofá demasiado grande.

—Jimin dijo que estaría bien si venía a saludar.

Yoongi sonrió. —Eres de la manada.

—No estaba seguro si...

—Namjoon— Yoongi se volvió hacia él. —Tú eres mi manada.

Namjoon se sintió estúpido. Trató de recordar que había aceptado conocer a Yoongi. Parte de eso, sospechó, sería tener que deshacerse de sus nociones preconcebidas de quién era Yoongi como persona. Pudo ver la marca de apareamiento recién hecha en el cuello de Yoongi, donde Hoseok había mordido finalmente la glándula aromática. Parecía dolorosa.

—Te ves mal—. Yoongi bostezó.

Namjoon se rió. —¿Viniendo de ti ahora mismo?

—Sí— sonrió Yoongi. —Tengo una buena razón para estar mal.

—No creí que fueras capaz de recibir visitas.

—¿Por qué no?

Namjoon desvió la mirada. —Mis celos son diferentes, supongo.