Arrangements

Capítulo 104

Taehyung se despertó en la cama de la manada por primera vez en su vida, con todo su cuerpo presionado contra Jungkook. Acababan de estar ellos dos por la noche. Jimin y Hoseok habían estado practicando una rutina de baile en el piso de arriba, y Jin había optado por pasar un rato privado con Yoongi. En cuanto a Namjoon, Tae se sorprendió gratamente de que estuviera escribiendo la letra de una nueva canción. El Alfa no dijo mucho sobre el proyecto, pero Taehyung estaba increíblemente feliz por él; le gustaba ver felices a sus compañeros.

Las últimas semanas habían sido tranquilas en la planta de empaque. Todos estaban ocupados; excepto Taehyung y Jungkook. Habían vuelto a estar juntos como siempre lo habían hecho, como si fuera lo más natural del mundo volver a estar uno al lado del otro. Había extrañado compartir cama con el Omega más joven. Solían hacerlo con frecuencia, pero la incorporación de compañeros había hecho que fuera más difícil determinar los límites.

—Me estás aplastando, hyung—, murmuró Jungkook en su almohada.

—Lo siento—, dijo Taehyung pero no hizo ningún intento de moverse.

Jungkook lo empujó. —Eso estuvo bien. Hacía tiempo que no lo hacíamos—.

—Me sorprende que nos hayan dejado solos toda la noche.

Jungkook bostezó y se acurrucó contra él. —Estaban ocupados. Además, Yoongi-hyung prefiere su propia habitación.

Eso era cierto. Para irritación de Taehyung, su Yoongi-hyung sólo había dormido en la cama grande una vez, y sólo porque Hoseok lo había obligado a hacerlo. Todos los demás estaban más dispuestos a abrazarse, aunque normalmente solo había cuatro personas en la cama como máximo. Aún así fue agradable. Llevaban bastante tiempo necesitando un espacio que perteneciera a todos, y esto poco a poco les estaba ayudando a derretir las barreras que habían aparecido con sus vínculos de apareamiento.

Sin previo aviso, la puerta se abrió y ambos Omegas se giraron hacia ella. Su Alfa de manada entró con una bandeja llena de desayuno tan grande que Taehyung estaba muy dispuesto a recompensarlo de formas obscenas sin importar la hora del día. Jungkook prácticamente ronroneó. No todos los días Jin facilitaba el desayuno en la cama; prefería que la manada comiera junta en la mesa, así que este era un regalo especial. Taehyung no estaba seguro de qué había hecho para merecerlo.

—Para mis hermosos bebés—, pronunció Jin mientras dejaba la bandeja sobre la cama. —Buen día.

—Ah, hyungie—, Jungkook bajó al Alfa para olerlo.

Jin los olió a ambos rápidamente, luego terminó con un beso en ambas mejillas. —¿Dormiste bien? ¿Lo suficientemente cómodo?

Taehyung bajó a su Alfa sobre la cama hasta que Jin estuvo acurrucado a su alrededor. —Te extrano.

—También te extrañé—, sonrió Jin. —Lo siento bebe. Estuve en mi oficina por un tiempo una vez que terminé con Yoongi y no quería irrumpir.

—¿Te divertiste?— Jungkook preguntó entre bocados de cereal.

Jin le guiñó un ojo. —Siempre.

Todos en la casa sabían que cuando se trataba de diferentes formas de sexo, Jin y Yoongi eran los más compatibles. A Taehyung no le molestó en lo más mínimo. Todos tenían gustos diferentes y, en su mayor parte, cada uno se adaptaba el uno al otro. Sin embargo, sabía que su hyung mayor a veces necesitaba cosas que sólo Yoongi podía darle; cosas que Taehyung simplemente no estaba interesado en proporcionar. En esos momentos nadie hacía demasiadas preguntas. Yoongi estaría adolorido pero feliz durante varios días, y Jin estaría agradablemente relajado, y eso era lo único que realmente le importaba a la manada.