Arrangements

Capítulo 22

En su mayor parte, Yoongi estaba disfrutando de su vida de pareja. Había surgido de la nada, pero hasta ahora pensaba que se estaba adaptando bien al cambio. Habían pasado unos días desde que terminó su celo, y por fin empezaba a sentirse normal de nuevo. No estaba seguro de lo que le había hecho luchar esta vez. El doctor había sugerido que podría haber sido afectado por su apareamiento, pero Yoongi decidió no pensar demasiado en ello. Si el siguiente celo era igual de malo, se plantearía buscar ayuda profesional.

De todos modos, no había sido un desastre total. Por fin, por fin, había hecho algún progreso con Namjoon. Habían sido capaces de mantener una conversación sin gruñir; sin discutir; sin que nadie saliera perjudicado. Se sentía bien. Yoongi sabía que Namjoon ocupaba un lugar especial en el corazón de Hoseok, así que, por lo que a él respecta, quería caerle bien al otro alfa. Si iba a hacer feliz a Hoseok, entonces Yoongi quería hacerlo realidad.

Le había sorprendido que la conversación fuera bien. No había tenido mucha oportunidad de sentarse a hablar con el hombre. Era obvio que Namjoon venía con su cuota de equipaje. Yoongi nunca había conocido a nadie con un vínculo de apareamiento fallido; eso tenía que dañar seriamente la autoestima de una persona. Luego, descubrir que sus celos habían sido un infierno durante toda su vida.... Yoongi sintió un nuevo respeto por Namjoon.

La única queja de Yoongi sobre su vida actual, si es que podía llamarla así, era que ahora que el polvo se había asentado, tenía que trabajar con Hoseok. Su compañero era muy positivo, pero estaba claro que Hoseok tenía sus propios desafíos. Él no hacía alarde de las reglas. Yoongi nunca lo había visto desafiar a nadie en la casa, pero el Beta definitivamente sabía cómo manipular las reglas para sus propios fines. Era un mocoso.

Se mostró por primera vez poco después de que el celo de Yoongi hubiera terminado. Hoseok había cogido el coche para dar una vuelta después de decir a Jin que necesitaban desesperadamente comida. Sin que el alfa de la manada lo supiera, Yoongi ya le había dicho a su compañero que se quedara en casa. Lo había dejado pasar pero en su interior sabía que no necesitaban comida.

Entonces destruyó el nido de Jungkook. A Yoongi le resultó un trago amargo. Quería a Jungkook, sabía lo mucho que el Omega valoraba su nido, y le irritaba que Hoseok hubiera sido tan descuidado. Una vez más, Yoongi lo dejó pasar, porque su compañero parecía tan genuinamente arrepentido de su error.

Hoy era la gota que colmaba el vaso. A lo largo de todos estos eventos menores, una cosa se había vuelto muy obvia para Yoongi; Hoseok tenía una actitud que había pasado desapercibida porque era capaz de esconderse en el fondo. Los Omegas eran bulliciosos; a Jimin le gustaba llamar la atención; y Jin había estado preocupado por Namjoon. La única persona que vigilaba regularmente a Hoseok era Yoongi, y no le gustaba todo lo que veía.

Yoongi decidió pedir consejo. Encontró a Jin sentado en el salón felicitándose por una exitosa partida de Mario Kart. No podía ocultar su sonrisa: a veces el alfa era demasiado mono para su propio bien.

—¿Hyungie?

—Yoongi—. sonrió Jin. —¿Has venido a jugar conmigo?

Yoongi negó con la cabeza y se sentó junto al hombre.

—Ooooh— las cejas de Jin se alzaron. —Qué serio.

—Un poco.

Jin dejó su mando. —Díselo a hyung.

—Puede que no sea nada—. Yoongi frunció el ceño. —Pero...

—Pero no es un "nada".

—No.

Jin apretó la rodilla de Yoongi para tranquilizarlo. —Díselo a hyung.

Yoongi respiró profundamente. —Se trata de Hoseok. No sé qué es, pero mi Alfa interior no está contento. No es que sea infeliz por ser mi compañero, esa parte es excelente. Sólo que hay algo mal en el equilibrio.