Why Not? [Kookmin Au] 📘

xix

Mis pasos son lentos por el pasillo iluminado pobremente, el sónido que escuche desde mi habitación logro despertarme, mamá y papá ya llegaron a casa.

—¿Mami?

Pregunto en voz alta algunos pasos antes de llegar a la sala de estar, es entonces que todos los sonidos que llegaban a mis oídos se detienen y son reemplazados por voces que no conozco.

—Atrapenlo.

De pronto un hombre que no conozco aparece frente a mi, un hombre con su rostro cubierto por un pasamontañas negro, quiero huir, quiero correr lejos pero el miedo me deja paralizado en mi lugar, no soy capaz de gritar, no soy capaz de nada.

El extraño me toma de uno de mis brazos y me obliga a caminar junto a él hacía la sala de estar, estoy en mi casa, la casa en la que solíamos vivir con mis padres cuando era un niño, observo mi cuerpo y entonces soy capaz de notarlo, llevo puesto ese pijama que me regalaron para mi cumpleaños número 13.

—¿Qué hacemos con él?

Pregunta el mismo hombre que me tomo del brazo a la fuerza y ahora me ata de pies y manos para obligarme a sentarme en el sofá.

—Él va a ser nuestra venganza.

Afirma otro de los hombres que no conozco, intento contar cuantos hay pero simplemente no puedo, es casi como sí estuviese rodeado por miles de ellos, todos vestidos iguales, todos con la misma voz, todos con esos ojos vaciós.

—Cubránle la cabeza, no permitan que vea a donde vamos, salgamos de acá.

Eso es lo último que escucho, observo a uno de ellos acercándose a mi con lo que parece ser una bolsa de de papel madera en la manos, lo último que soy capaz de ver antes de que cubra mi rostro es el cadaver lleno de sangre de mi perro.

Mis ojos están abiertos pero no soy capaz de ver nada, me obligan a caminar a ciegas y me choco contra cosas que logran lastimarme, se que salimos de mi casa en cuanto mis pies descalzos sienten la piedra de la vereda, pero todo sigue siendo oscuridad.

Me obligan a subirme en lo que parece ser un auto, escucho sirenas acercándose y como respuesta nosotros aceleramos, casí como si la adrenalina abandonase mi cuerpo de golpe siento como todo lo que esta pasando llega a mi cabeza, me acaban de secuestrar, mataron a mi mascota y ahora van a matarme a mi.

Siento el pánico invadiendo mi cuerpo, empiezo a temblar y me cuesta respirar, no soy capaz de ver nada, solo hay ocuridad y estoy desesperado.

—¡AYUDA!

—¡¿QUÉ HACEN?! ¡QUE NO GRITE!

"Señor Jeon"

—¡AYUDA POR FAVOR!

"Cuando cuente hasta tres vas a despertar y todo lo malo se va a ir"

—Porfavor...ayuda...

"Uno..."

—¡MALDICIÓN SI TIENEN QUE DESMAYARLO HAGANLO PERO QUE CIERRE LA MALDITA BOCA!

"...dos..."

—¡MALDITO NIÑO, TENDRÍAMOS QUE HABERTE MATADO!

"...tres."

Mis ojos se abren y al mismo tiempo siento que puedo respirar, me siento sobre mi cama empezando a toser sabiendo perfectamente que no estoy solo gracias a las pequeñas palmadas que siento en mi espalda ayudándome a recuperar el aliento.

Pasan los minutos y finalmente mi cuerpo deja de temblar, mi respiración se vuelve regular y calmada, hay luz y junto a mi hay alguien de mi confianza.