Camino por el pasillo de la lujosa casa que ya conozco demasiado bien escuchando voces y risas que provienen de la sala de estar, se perfectamente quienes me esperan allí, mis compañeros de trabajo y mi extraño jefe.
¿Hace cuántos meses que trabajo para Jeon Jungkook? Creo que casi cuatro meses y aún no soy capaz de decir ni nos llevamos bien o mal, tenemos nuestras discusiones pero la mayor parte del tiempo estamos de acuerdo, solemos gritarnos y pelear pero aún así la mayor parte del tiempo la pasamos riendo.
Jamás creí que iba a decir esto pero...trabajar para Jeon Jungkook no esta tan mal.
El día que lo conocí lo juzgue demasiado mal al primer vistazo y me quede con esa primera impresión completamente errada por semanas. Solía estar estar convencido de que era un multimillonario grosero, excentrico, un engreído con complejo de Dios, pero después lo conocí realmente, no es que tenga complejo de Dios, es que sabe que casi nunca se equivoca, no es grosero es demasiado directo, honesto, y a parte de todo eso es la persona más solitaria que conocí en toda mi vida.
No me gusta que este solo, no me gusta ver la mirada en sus ojos cada vez que lo veo a la distancia, casi como sí sentiera miserable, como si en su pecho cargara un dolor que lo llena de nostalgia, casi como sí para Jeon Jungkook el estar solo es igual al veneno.
—Llegaste.
Pronuncia su voz que ya me aprendí de memoria, cada tonalidad, cuando esta enojado, cuando esta decaído, emocionado, alegre o triste, se exactamente como suena su voz dependiendo de como se siente.
—Buen día, señor Jeon.
Lo saludo haciendo una reverencia en su dirección para luego hacer lo mismo en dirección a todos mis compañeros de trabajo que llegaron antes que yo.
—Buen día, chicos.
Todos me devuelven el saludo con sonrisas enormes en el rostro pero la voz del señor Choi me hace recordar que no vine solo.
—Jiminnie ¿Donde debería dejar a su amigo?
Pregunta causando que gire mi rostro en su dirección y me encuentre a mi mejor amigo en pijamas, completamente dormido siendo cargado como princesa por el chofer de mi jefe. Cuando se despierte me mata.
—En el sillón porfavor, muchas gracias por haberlo bajado del auto, señor Choi.
—No hay de que. Me retiro, feliz cumpleaños, señor Jeon.
Dicr acercándose a nuestro jefe para darle una cajita rectangular, Jungkook la toma con una dulce sonrisa en el rostro, le agradece mientras le avisa que tiene el resto del día libre dado que no tiene planeado hacer nada de importancia, así es como luego de despedirse apropiadamente el señor Choi sale de la mansión dejandonos a solas.
—Voy a suponer que la caja en tus manos es mi pastel de cumpleaños ¿Qué hay en las bolsas, Jimin? No era necesario que me trajeras un regalo, con que vengas es más que suficiente.
Afirma mientras se acerca a mi para tomar la caja de su pastel entre sus manos mientras me hace una pequeña seña con su cabeza para que lo siga hacía la cocina.
—¡Traigan el pastel que faltan cinco minutos para las ocho!
Avisa Taehyung con emoción causando que el pánico se apodere de mi, definitivamente fue una muy mala idea haberme ofrecido a hacer la maldita torta.
No es un pastel de cumpleaños es un monstruo.
—Esto...hay ropa de Yoongi en una bolsa, y en las otras dos hay regalos ¿Puedo dejarlas en el armario?
Le pregunto tratando de escapar de ahí lo antes posible, no quiero ver su rostro en cuanto vea el pastel, no quiero decepcionarlo.
En cuanto lo veo asentir completamente concentrado en romper la caja del pastel al abrirla, es que me doy vuelta y huyo por el pasillo hasta llegar a su habitación donde cierro la puerta detrás mío, dejo las bolsas dentro del armario que se perfectamente que él no usa, y finalmente me siento en la cama que aún de encuentra completamente deshecha, se que hoy les dio el día libre a todos sus empleados, menos a mi claramente, por ese mismo motivo se que al anochecer va a acostarse en esta cama que parece un desastre.
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Why Not? [Kookmin Au] 📘
FanfictionCuando Jeon Jungkook, uno de los mejores abogados del país, realizo una entrevista para encontrar a su próximo asistente se esperaba de todo menos a un joven con el uniforme de Macdonnal's que lo miraba como sí el puesto ya fuese suyo. -¿Por qué deb...