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Estas ahí, sentado con tranquilidad a algunos metros de donde yo me encuentro tomando una taza dulce de té, el reloj marca las diez de la noche, soy capaz de ver tus ojeras a la distancia, tu cansancio es evidente y aún así parece que no tenes itención alguna de despegar los ojos de ese horrible video.

Estas reproduciendo en bucle el video de tu secuestro, una y otra vez, me parece curioso que vos lo hayas vivido y aún así yo soy el que fue incapaz de mirar como esas personas te metían a la fuerza en la camioneta, simplemente no puedo, de solo pensar que podrían haberte hecho algo mucho peor siento nauseas.

—Es hora de dormir, Jimin.

Mis palabras parecen lograr llamar tu atención finalmente, tus ojos se fijan en mi y luego en el reloj de la pared, pareces sorprendido por la aguja marcando las diez y quince minutos, como sí hubieses estado tan perdido en tus propios pensamientos que olvidaste por completo el hecho de que el tiempo no perdona y sigue pasando sin tregua alguna.

Dicen que el tiempo es relativo, ahora soy capaz de confirmarlo, para vos las horas parecen haber pasado volando, Jimin, pero para mi parecieron una eternidad mientras te miraba a la distancia sin saber que decirte.

¿Disculparme? No puedo disculparme por el accionar de otras personas, incluso te enojarías si lo hiciera.

¿Hablarte con normalidad? No puedo hacer de cuenta que nada esta pasando cuando estuve a punto de perderte mientras dormía.

¿Ayudarte? Lo hago a mi manera y lo sabes, pero ese video es una de mis peores pesadillas hecha realidad.

¿Mirarte? Eso lo hago siempre, la única diferenci es que esta vez decidí hacerlo de lejos y en silenció porqur justo ahora no se como acercarme.

—No quiero molestar así que voy a dormir acá en el sillón de todas formas es igual que una cama y-

En cuanto la palabra "No" salió de tus rosados labios suoe exactamente lo que estabas a punto de decir, ese es el motivo por el cual camine en tu dirección a pasos apresurados y te obligue a interrumpir tus palabras en el instante en el que tome una de tus muñecas para levantarte del sillón con delicadeza.

Me miras fijamente y se que ni siquiera tengo que decirlo, lo sabes, no pienso permitir que duermas en el sillón sabiendo que tengo la oportunidad de dormir abrazándote todas las noches hasta que tu inocencia sea probada.

Lo se, soy consciente de que las noches que pase a tu lado van a ser pocas porque jamás vamos a tener ese tipo de relación, lo tengo muy en claro, es por ese motivo que a pesar de la situación en la que te encontras decido ser egoista y aprovecharla, porque las únicas noches en las que sueño sin miedo son en las que te tengo entre mis brazos.

No intentas apartarme ni soltarte de mi agarre, ni siquiera pronuncias alguna negación, pareciera que finalmente te diste cuenta de que cuando se trata de mi hay algunas batallas que no vale la pelear.

Llegamos a mi habitación, suelto tu mano y me encargo de cerrar la puerta con traba para asegurarme de que nadie ni nada pueda perturbar mi dulce y amargo despertar a tu lado.

Abro el vestidor y busco algo pequeño que puedas usar, después de todo hoy no tuve tiempo de ir a comprarte algo de ropa, todas tus cosas quedaron en el departamento que te regale y puse a tu nombre sin que te enteraras porque sabía que no te iba a gustar nada e ibas a intentar pagarlo como todo lo que te doy.

—No tengo nada de tu talle.

Afirmo en voz alta escuchando como tus delicados pasos se acercan a mi con tranquilidad, como sí no estuvieses causando un temblor dentro de mi.

—Lo se, solo prestame alguna camisa que ya no uses para ir al trabajo, puedo dormir con eso.

Tomo la camisa más nueva que tengo y te la doy como sí te estuviese dando una que no uso hace mucho tiempo, para vos todas mis camisas se ven exactamente iguales por eso se que no vas a notarlo.

Why Not? [Kookmin Au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora