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La cabeza de Jisung palpitaba con potencia, odiaba ese sentimiento, cuando se despertaba después de emborracharse hasta los pelos. Al girarse sus piernas le dolieron levemente, no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior.

Se vio a si mismo en el filo de la cama, Changbin a su lado y Felix abrazándolo, Felix abarcaba casi toda la cama, empujaba a Changbin quien empujaba a Jisung para obtener más espacio. El moreno suspiro y se levanto para salir del cuarto.

Se mareo bastante al caminar, estaba tan chuchaqui. En el reflejo en el espejo del baño pudo ver su rostro de cansado, se lavo la cara y decidió ir a la cocina, pero apenas dio unos pasos noto que su muñeca —que por cierto, se encontraba casi limpia— estaba sin su bandana blanca, la cual había usado la noche anterior para la fiesta, seguramente se le cayó en medio de tanto ajetreo. Volvió al cuarto de su amigo y abrió el armario para buscar una de sus bandanas, opto por usar la de color rosado, que iba a juego con su camisa de pijama y volvió a encaminarse a la cocina, pues su barriga empezó a rugir.

— Buenos días mi niño —Saludo Chan con su sonrisa que hacia iluminar hasta el día mas oscuro—. Hay huevos al vapor en el horno.

Jisung sonrió, Chan lograba siempre hacerlo sentir como si fuera de la familia, como si fuera de la familia.

— Muchas gracias señor Bang -Agradeció con su tono dulce y amable, camino hasta el horno y agarro unos guantes para poder tomar su cazuela—. ¿Va a irse al trabajo hoy? —Pregunto al ver como estaba guardando su uniforme del hospital—.

— Si, surgieron algunas cosas así que debo irme, espero poder regresar para la cena, si no, ya sabes que hay dinero para que compren una pizza o ir a comer a algún lugar —Chan se acercó para dejar un beso en la coronilla de su cabeza y luego dirigirse a la puerta—.

— Adiós —El moreno movió su mano para despedirse de esa manera también—.

— Adiós Hannie.

Con eso Christopher salió de su casa para ir a su trabajo, Jisung se quedó solo en la cocina, para ser un sábado después de una borrachera se despertó relativamente temprano, a las 10:23, se felicitó a si mismo y decidió mirar su teléfono, ver las cosas que hicieron el día pasado.

Su burbuja de tranquilidad fue totalmente por Minho, quien estaba con el cabello mojado y una toalla al rededor de su cuello, vaya deja vû, gracias a Dios está vez si traía más ropa para cubrir su tonificado cuerpo. Dios, de solo recordar como estaba tan pegado a su cuerpo desnudo aquel día le dio un escalofrío.

— Buenos días mocoso —Dijo Minho sentándose a su lado—.

Aquí vamos de nuevo...

— Buenos días anciano.

— ¿Nuevo apodo? Vaya, no me lo esperaba —Minho soltó una risita y ojeo el plato de Jisung— Uy, ¿Que comes?

— Comida —Le respondió con un tono de simpleza, inclinando su cabeza hacia Minho—.

— No me digas —La ironía y sarcasmo en sus palabras causaron un sentimiento tan agresivo en Jisung, quiso pegarle un puñetazo—.

— Si te digo.

— Por Dios, dejen de pelear y cómanse la boca.

La ronca y rasposa voz de Changbin sonó desde la entrada de la cocina, los miraba con algo de desagrado y picardía. Mientras tanto Jisung y Minho se miraron con asco.

— Preferiría besar un sapo —Murmuro Han haciendo una mueca—.

Minho bufo con una sonrisa de lado.

¡Felix, no me agrada tu hermano! ও MiɳsuɳgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora