Cap. 5: Fantasmas del pasado II/II

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La mañana parecía favorable para quedarse a dormir en casa y dedicarse a tomar un descanso largo. Las botellas de vidrio permanecían en la mesa, vacías y recordándole lo imprudente que había sido embriagarse en días laborales. Se levantaba con pesar para tomar una ducha rápida y retomar el control de su cuerpo, sus sentidos y su miserable vida. Fiora entró a la ducha y recorrió su cuerpo con delicadeza para limpiarlo mientras que, su cabello suelto era acariciado por las tibias gotas de agua provenientes de la regadera. Tomó entonces el acondicionador y comenzó a dar suaves masajes en su cuero cabelludo pero algunas frías pizcas tocaron sus pechos acordándose entonces de su primera vez con un hombre.

Darius había tomado su virginidad de una manera cruel acercada a una violación. Todo orquestado por ese maldito amante de los cuervos; Swain. Repentinamente, el agua comenzó a sentirse cada vez más fría, pero la joven duelista no reaccionó a causa de los recuerdos de aquél desdichado suceso. Aquél día que comenzó como uno muy feliz y brillante para ella al ser nombrada heroína por su esposo se convirtió en una pesadilla. Al llegar a su oficina pudo ver a un estudiante bastante atlético sentado detrás de su escritorio. Las facciones de aquél parecían intimidantes y frívolos a comparación de otros que ya había conocido.

- ¿Qué haces aquí? – interrogó la joven caminando con lentitud hacia uno de los libreros para tomar el expediente de la directora Yuumi.

- Vaya... en verdad te soy indiferente ahora... - replicó el chico con voz ronca – me queda claro que no fui más que un juego para ti – agregó con cierta decepción colocándose detrás de ella.

- No sé a lo que te refieres y voy a pedirte que te retires de mi oficina – exigió la directora de manera clara y concisa dirigiéndose a él para encararlo– no quisiera castigarte o...

Antes de que Fiora terminara la oración, Darius ya la había tomado por el cuello con una sola de sus manos. La levantó con gran facilidad y la aventó hacia el librero donde, anteriormente, la joven se encontraba. Varios papeles y carpetas cayeron al suelo y, de inmediato, la duelista se levantó mostrando su arma frente a su ahora rival. El estudiante sólo la miró con rabia y se dirigió a la puerta no sin antes amenazar a una muy estupefacta mujer.

- Te juro que te vas a arrepentir de esto, Fiora – dijo entre dientes mientras abría la puerta de la oficina para salir.

Se escuchó un fuerte portazo con la salida de aquél feroz joven quien, desde su llegada, no había dejado de acosarla. Él estaba seguro de haber sido alguien realmente importante para ella, pero estaba bastante convencida de jamás haberle insinuado algo. Esperaría que las cosas mejoraran por sí solas y guardó el secreto a todos los que conocía, pues le parecía vergonzoso que la ligaran a un amorío que jamás existió. Su reputación ya había sido manchada con sus acciones en el pasado y no permitiría que un chiquillo de escuela enamorado de ella empeorara la situación. Asimismo, continuó la semana trabajando en la academia, entrenando y agregando detalles a los reportes sobre lo que había encontrado en su misión al Vacío. La firmeza con la cual motivaba a sus alumnos para mejorar en sus estudios y combates era bastante reconocida, especialmente por el hermano de aquél que se llamaba Darius. Fiora no sólo era estricta con él desde su entrada a la academia, sino que lo era con todos los buscapleitos seguidores de ese maniático estudiante. Sus métodos de disciplina jamás fueron cuestionados por otros maestros ni por los propios padres o tutores de la academia, pero alguna vez alguien tenía que intentarlo. Ese alguien se dirigió a su oficina al terminar su semana, ese alguien entró triunfante y tomó asiento en la misma sin preguntar siquiera si ella se encontraba disponible para una reunión, ese alguien era Swain.

- Muy buenas tardes mi muy estimada protegida – saludó ya acomodado en el sofá con una voz burlesca parecida a la de su sonrisa.

- ¿Qué se le ofrece? – cuestionó la directora tomando asiento en su silla detrás del escritorio.

La mujer perfecta (Darius x Lux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora