❛❛APOCALYPSE. oblivion❜❜ [tua]³

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.: OUR SONG :.

you are only just beginning

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The Sparrow Academy
3,117 Days before the tragedy

Sloane tenía el sueño ligero.

A menudo se despertaba con los ronquidos de Alphonso, o los murmullos agudos de Christopher. A veces, cuando papá les ponía las diademas con electrodos para estudiarlos mientras dormían, pasaba a verlos y se quedaba en la puerta, distante pero atento. Sloane cerraba los ojos hasta que lo escuchaba alejandose.

No era que le costara dormir, pero muchas veces prefería leer hasta el amanecer, o traducir textos a italiano. Soñaba con ir a Italia.

Esa noche de enero, cuando aún hacía frío pero los grillos comenzaban a salir de sus escondites, fue una puerta lo que la despertó. Lo escuchó todo, desde el clic del cerrojo hasta la hoja de madera balanceandose y las bisagras chillando. No fue algo abrupto, sino calculadamente lento y pretencioso. Alguien quería abrir esa puerta haciendo el menor ruido posible para no despertar a los demás. Solo Sloane debió haberlo oído.

Después le pareció que escuchaba pasos, pero también pensó que era su imaginación construyendo el escenario de lo que ocurría fuera de su habitación. Tal vez, uno de sus hermanos no podía dormir y había salido a buscar algo de comida. Tal vez, ya que estaba despierta, ella podía hacer lo mismo.

Se levantó de la cama y arrastró los pies por el suelo, tratando de no pisar el tablón que crujía, ni siquiera se puso las pantuflas. Solo iría por una galleta, o dos. Sin embargo, al salir al pasillo, lo que debió ser parte de una travesura normal, se convirtió en algo diferente cuando vio que la puerta que había escuchado abrirse era la de Zero.

Su hermana dormía en ese lado de la casa pocas veces a la semana, casi siempre estaba en el sótano, pero no solo era su presencia lo que la inquietaba sino que, como ella, estaba despierta. Nunca se había preguntado si Zero tenía problemas para dormir, como pesadillas o algo, a pesar de que en los últimos meses había comenzado a notarla ojerosa y hasta más delgada. Sloane pensaba que se debía a los entrenamientos y sus clases de ballet, cada vez más exigentes, aunque ni ella ni sus otras hermanas lucían tan agotadas. Hasta esa noche, se le ocurrió que Zero podía estar haciendo algo más, por las noches...

Dando más pasitos sigilosos, Sloane llegó hasta las escaleras y bajó deslizándose por los bordes, sosteniéndose con fuerza del barandal. En el vestíbulo, se preparó mentalmente para encontrarse con Zero en la cocina, pero un nuevo ruido le erizó los vellos. Fue un golpe, como algo pesado cayendo. Venía del sótano.