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square five:

down below Zero

down below Zero

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–Niños.

La voz cansada de sir Reginald los hizo estremecer, como si en realidad se tratara de un gruñido feroz. Lo vieron al final del pasillo, justo bajo el umbral de la puerta de entrada de la jaula de Zero; aún vestía sus pantuflas y el albornoz de seda, como si realmente acabara de despertar de la siesta. Por una vez no llevaba el monóculo, pero la inescrutable expresión de su rostro estaba de vuelta.

Niños. Odiaban que los llamara así aunque había pasado mucho tiempo desde que dejaron de ser unos niños –si es que alguna vez lo fueron–, pero él se empeñaba en llamarlos de esa forma como un intento de recordarles quién estaba al mando, aun sí la mitad del tiempo estaba dopado con las pastillas de Pogo y ya no formaba parte activa de las misiones.

En el fondo, ellos aún tenían miedo de su padre, casi tanto como de Zero y su maldito juego, así que ninguno se atrevió a responder.

–Grace me dijo lo que está pasando –continuó.

Solo entonces notaron a la robot parada detrás de su padre, la luz del elevador marcaba la silueta de su vestido y peinado perfecto. Seguramente estaba sonriendo, como siempre, como si no estuvieran lidiando con la mente macabra de Zero.

A la distancia, tampoco podían ver a su padre con claridad, no podían saber si la inescrutable expresión en su rostro era de preocupación o enojo, si estaba a punto de gritarles o castigarlos porque, en el transcurso de la mañana, habían dejado morir a cientos de personas porque no lograron superar a Zero en su juego. Sin embargo, mientras se acercaba, la mirada de sir Reginald viajó por el amplio espacio del sótano que él mismo diseñó y construyó para Zero… Miraba ese lugar como si no lo reconociera, como si él también tuviera miedo.

–No deberían estar aquí –dijo cuando finalmente llegó a la puerta de la habitación metálica y vio el desastre de objetos sangrientos que Zero coleccionaba.

–Zero planea destruir toda La Ciudad –exclamó Ben y de inmediato se arrepintió.

Sonó como un niño de verdad, la clase de niño asustado que hacía una travesura y al tratar de arreglarla, terminaba dejando más caos a su paso. Zero inició el juego, sí, pero él era el Número Uno; guió a sus hermanos hasta ese lugar sin entender de verdad el juego, sin comprender las pistas. Y ahora estaban ahí, en la jaula de Zero con todas sus huellas y trofeos sangrientos, un mapa y pólvora, todos los secretos del juego estaban expuestos y, aún así, no sabía qué hacer.

❛❛APOCALYPSE. oblivion❜❜ [tua]³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora