Uno

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Los fantasmas, los demonios y muchas leyendas más, ¿De dónde nacieron?, has escuchado a los mayores hablar sobre cosas así toda tu vida, has escuchado charlar a todos de esta manera, contando leyendas de seres y afirmando que hay más de lo que con...

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Los fantasmas, los demonios y muchas leyendas más, ¿De dónde nacieron?, has escuchado a los mayores hablar sobre cosas así toda tu vida, has escuchado charlar a todos de esta manera, contando leyendas de seres y afirmando que hay más de lo que conocemos en el planeta. En un ir y venir de personas, pero no siempre es así cierto, hay que tener cuidado cuando las leyendas dejan de ser leyendas y marchan al compás de la realidad, uno diría que los muertos, muertos están, y que los demonios pertenecen al infierno, así como los ángeles al cielo.

Pero qué pasaría si no fuera así, si las puertas recientemente se abrieron, dejando escapar a cada ser que esas leyendas contaban, todos tras la misma cosa, la llave de la libertad, la llave capaz de darle el poder de los dioses a las criaturas y sumergir al mundo en las tinieblas, volviendo el amo y señor a quien la perteneciera.

Cuanta una leyenda, que desde que se va teniendo memoria, la llave fue dejada al cuidado de la raza más joven del planeta, si los humanos, los humanos llevarían la llave a través de sus generaciones, cuidando de esta y evitando que calera en manos equivocadas, pero nadie sabía con certeza dónde estaba. La puerta del infierno se abrió, dejando que los demonios escaparan a su par los cielos se abrían, enviando a los ángeles a detener el infierno que se avecinaba.

Todos, tras la llave perdida, llave que al ser encontrada marcaría el inicio de un nuevo mundo.

La familia perfecta, no eso no entraba en los estándares de los Sano, para ser exactos menos ahora

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La familia perfecta, no eso no entraba en los estándares de los Sano, para ser exactos menos ahora. Solo Shinichiro se había quedado en Tokio, mientras ellos tres iban a parar a la vieja casa de campo de sus abuelos, ¿Tres?, pues si junto con los dos rubios un peli blanco de tez morena y ojitos violetas se miraba, producto de un amorío de una noche del padre de la familia, sabían que sus padres se divorciaron, esa era la razón por la cual el viaje que estaba haciendo, mientras que Shinichiro al ser el mayor se quedaría, la cara de los niños lo decía todo, bastaba verlos por el retrovisor para saber que estaban tristes, los tres, unos por el hecho de que su familia se hizo pedazos y el otro al entender que nunca tuvo una.

El abuelo quien los había ido a recoger a la estación de autobuses podía notar en semblante de los niños por el retrovisor, en el asiento de la vieja camioneta, ninguno se miraba entre sí, sería una difícil semana de adaptación, o al menos eso esperaba que se tardaran, lidear con tres pequeños de 12, 8 y 6 años sería una tarea difícil para él y su querida Miko, aunque está estaba feliz por tener a sus pequeños nietos junto con ella.

Hideki (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora