Universo alterno.
Las leyendas, tienen pies y fundamentos.
A lengua de muchos las historias pierden forma y se quedan con la última versión, pero que pasaría si en la inmensidad de cada relato hay un tanto de verdad.
Mikey había escuchado mil histo...
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Hasta parece que paso mucho tiempo.
Ordenados cronológicamente mis diarios son tres pero los escribí al mismo tiempo, solía escribir mejor cuando era más jóven porque las palabras no se enredaban cuando salían, siempre trate de hacer las cosas bien pero termine estancado, uno dice que aproveche mis días, dos dice que soy un tonto, tres...
Creo que olvide el tres...
Caray debería haber comido más pescado...
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Mikey les explico a todos que en ese lugar tenían el tiempo contado, la barrera que lo protege los deja entrar pero si llegan a estar cuando el sol salga no los dejaría salir, así que una vez dando el paso a través de esos árboles. Aunque ninguno desistió, así que pasado un segundo ya todos estaba del otro lado, el bosque seco y lúgubre ahora estaba rebozan te de vida, el agua ya no era negra, era de un azul cristal, uno que guía hacia donde el bosque perdía densidad. Izana lo miro y entonces asintieron, el portal cedió cuando lo árboles dejaron de estar torcidos y se veían normal, Mikey saco uno de sus elementales del libro, el pequeño colibri lo miro, su color era mostaza y tenía un lunar rojo en el centro de su cabeza.
—Quedate aquí Aki—Le murmura. Entonces el pequeño pajaro se entierra en la tierra y sale una pequeña planta, esta una manera de fijar a donde volver cuando tuvieran a su familia de vuelta. Ya que Kisaki y Hanma pueden encontrar a sus “Hijos” donde fuera.
—¿No tienes uno que me ayude con la limpieza la casa? —Izana le pregunta mientras las marcas de su boca desaparecen.
—Creo que si pero es igual de flojo que tu así que no es de mucha ayuda —Mikey le molesta, ambos ríen mientras comienzan a caminar, tratando de salir por donde el bosque es menos denso.
Sanzu se quedo un poco más atrás, para ser exactos hasta donde estaban los tres demonios, lleva las alas extendidas porque rara vez camina, así que se le acerco a Baji volando a su costado, mirando le escaneando lo y revisando cualquier cosa que pudiera, este le gruñó cuadrando que le sacara una risa leve.
—¿Que quiere pajaro con esteroides? —Le suelta molesto mientras siguen a los demás. Agitando una mano para que se vaya.
—Te ves horrible —Se ríe —Pero creo que así estas desde que naciste...
