Universo alterno.
Las leyendas, tienen pies y fundamentos.
A lengua de muchos las historias pierden forma y se quedan con la última versión, pero que pasaría si en la inmensidad de cada relato hay un tanto de verdad.
Mikey había escuchado mil histo...
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Estas jodido...
Bueno de algún modo es la mitad cierto y la mitad no. Porque tan jodido no esta. Tiene a dos guardianes más y prácticamente ya consiguió el libro. Además de parece que está en el estudio de Hideki, donde hacia las notas o escribió sus memorias. No sabe aún con claridad lo que de cierto modo lo pone nervioso es el hecho de la paradoja del tiempo, porque si es así y un día en el mundo exterior aquí es aproximadamente un mes y medio, es claro que perderá la noción dentro de poco.
—Bueno... —Mikey Mira a los otros dos. Quienes parecen haber ignorado sus preámbulos mentales y puesto a jugar cartas sobre la mesa de estudio. Pero al ser llamados le prestan atención—Si ustedes también son fénix... Y los bibliotecarios de aquí, ¿Saben como salir?
—... —Ambos se llevan la mano a la barbilla tratando de recordar- Creo que hay una parte para salir en el libro de las dimensiones... -Expresa el peli rubio.
—Ya... —El peli negro chasquea los dedos—Creo que si, aunque no sabemos si de verdad funcione... Si eres capaz de controlar magia posiblemente podremos salir de aquí.
—¿Y si alguien abre el libro por fuera? —A Mikey le invade esa duda.
—Pues... —Inui se rasca la nuca-No creo que puedan...
—¿Por qué no?
—Inupi y yo somos el sello del libro, si alguien que no seas tú trata de abrirlo por fuera vamos a mandar a volar muy lejos de una descarga...
Mikey recuerda como Baji salió volando después de todo. Así que le parece lógico. Pará ser exactos su cuenta mental deduce. La llave estaba en el bosque encantado, bajo protección de los Kawata, pero tenía la barrera mágica que evitaba que cualquiera entrará, el libro estaba resguardado por los Haitani, en el infierno y en una cueva secreta que nadie podía encontrar. Y ahora resulta que el libro estaba protegido por dentro evitando que alguien entrará. Suena bastante lógico. Después de todo Hideki guarda muchos secretos. Tal vez demasiados.
—Bien —Mikey aplaude sacándole un susto a los otros dos- Son los bibliotecarios, vamos por el libro de la dimensiones, como ustedes dijeron.
—... —Ambos guardan silencio.
—¿Que pasa?
—Si veras niño-guardián —expresa el peli negro—Ordenamos este desastre hace algunos añitos... Y pues ya se nos olvido donde lo Pusimos.
—¿Que hace cuantos años fue? —Al oji negro parece irse le el ánimo.
—Como unos 1000—Le expresa el rubio mientras baja de la silla y se sacude las las manos—Pero... Creo recordar más o menos por donde están esos... Síguenos.
Mikey les hace caso y salen por una puerta vieja de madera, rolando con un pasillo cubierto de ramas y musgo, iluminado por farolas con energía blanca. Que se van encendiendo cada que Seishu se les acerca. De a pocos mientras que Koko, quien va tras el las va apagando. Mikey quiere preguntar a dónde van pero en un punto llegan a donde están unas escaleras mas grandes que el resto y desciende con cuidado para no tropezar cuando baje.
