Universo alterno.
Las leyendas, tienen pies y fundamentos.
A lengua de muchos las historias pierden forma y se quedan con la última versión, pero que pasaría si en la inmensidad de cada relato hay un tanto de verdad.
Mikey había escuchado mil histo...
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¿Tengo permitido llorar? Yo creo que no, debí haberme metido en la cabeza que aunque todo me funcionará no siempre voy a ganar. Irónicamente aprieto los dientes hasta que me sangre la boca.
Él me mira sin ninguna expresión, mientras envuelvo mi mano izquierda la cual ha sido quemada hasta quedar horrible. Duele, duele mucho. Pero aún tengo que aguantar.
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Mikey siente el corazón en los oídos, no puede digerir lo que está viendo. Hasta cuando el grito agónico de Rindou lo hace voltear, el chico se levantó comenzó a correr hacia el de armadura, saltando y tomando su estado de fénix atacando a quien tiene delante, pero el tipo es más rápido, una columna de piedra se levanta y lo golpea desde abajo haciendo lo caer en el otro extremo de la plaza.
Koko tartamudea algo que no puede entender, pero al parecer Inupi si lo hace porque con sus rayos ataca al tipo, Souta corre y Draken deshace el escudo, el de cabellos azules llega hasta donde esta Nahoya quien sigue en shock, tomándolo segundos después de transformarse para alejarlos volando de ahí.
—¿Qué se siente ser herido por tu hermano? —Se ríe hacia Rindou. Draken aprieta los dientes, mientras mira a un costado, lo siente. La presencia de Baji, eso hace que se concentre en la pelea con el tipo proque ahora sabe que los demás están a salvo.
Desvía la mirada hacia donde Rindou que de nuevo ha tomado su forma humana, el chico tiene las mejillas mojadas y las lágrimas se notan caer hasta su barbilla, le duele. Draken extrañamente lo entiende y el sentimiento que le aflora en el pecho no se detiene, entonces cuando escucha un sollozo sus ojos se abren en sorpresa.
Los ojos de Mikey está llenos de lágrimas, bajando hasta su barbilla, las finas gotas parecen caer en cámara lenta, Draken boquea porque sus lágrimas no son normales, éstas son doradas, ¡Sus lágrimas son doradas!, “La lagrima de un dios”...
Él demonio lo entiende rápidamente, en lo que Koko y Seishu distraen al de armadura, Draken corre hasta donde está Mikey y toma el cáliz de sus manos, este parpadea tratando de reaccionar cuando Draken llega y coloca el cáliz bajo su barbilla. Entonces pasa.
