Universo alterno.
Las leyendas, tienen pies y fundamentos.
A lengua de muchos las historias pierden forma y se quedan con la última versión, pero que pasaría si en la inmensidad de cada relato hay un tanto de verdad.
Mikey había escuchado mil histo...
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Unos tres meses después de aquel enfrentamiento mi mano parecía recuperarse. Pero mi corazón seguía doliendo.
Que vacío tan peculiar... Parece que lo había sentido antes...
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Koko estaba tan débil que apenas cruzaron el portal se desmayo en el césped del pateó. Inupi le hizo compañía poco después, al igual que los demás en su forma de colibrís descansando sobre el pecho del peli negro, Mikey lo sabía, estaban tan herido que seguramente si no llegaban a tiempo para ayudarles ya los hubiera perdido. Además de que cuando hizo los hechizos uso todo el resto de energía que les quedaba. Era un milagro que siguieran consientes hasta hace un momento.
Traer consigo la escultura de Wakasa también es otro tema. Sigue sin creer que ahora el ya no está, el leopardo podía darle sus dolores de cabeza pero era alguien que como le había dicho el día que llegó. “Te voy a guiar”. Si claro ese era Wakasa. Claro que no.
Se volvió un torbellino con patas, pero cocinaba muy bien, además de que su pelaje era más esponjoso y suave que el de los demás, sus comentarios a pesar de todo lo hacían reír y era como si, cuando charlara con el una paz se instalaba en el ambiente. Ahora ya no, ahora ya no está. Su único consuelo es que no ha muerto, no claro, pero no está con ellos o al menos no estará en un tiempo. Si bien no sabe cómo funciona eso le gusta aparentar que si será así, que podrá hacerlo volver.
—Estoy muerto... —Había soltado Baji, mientras se sentaba en el césped de la casa en compañía de los otros dos demonios, secundado por los ángeles.
—Literalmente... —Kazutora suelta la risa cuando se deja caer cerca de ellos, Hina y Nahoto igual, están cansados, agotados, pues apenas pasaron el portar se sentaron en el pasto y guardaron sus alas—¿Quien mierda era ese tipo?... Era muy fuerte...
—Ese maldito me debe una paliza—Mitsuya ha fichó cuando se tira como estrella de mar en el pasto, extendiendo sus extremidades y respirando con calma.
El silencio reina unos segundos, Mikey pasa vista por ellos y se da cuenta de lo lastimados que están también, regresando la vista a Chifuyu y Hakkai observa con cuidado al al rubio. Lo había visto pelear, Chifuyu no sólo era bueno con el arco también con la magia, a pesar de todo, era muy buen adversario a pesar de ser un humano.
