Treinta Y Ocho

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Mikey estaba harto, acaba de salir de una cuando ya estaba hasta el cuello en otra, su mente comenzó a doler de pronto mientras alrededor de él las 10 pequeñas colibríes rondaban, aquella dorada se quedó sobre su cabeza y el dolor bajo un poco

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Mikey estaba harto, acaba de salir de una cuando ya estaba hasta el cuello en otra, su mente comenzó a doler de pronto mientras alrededor de él las 10 pequeñas colibríes rondaban, aquella dorada se quedó sobre su cabeza y el dolor bajo un poco. Izana se dejó caer y se sentó en el suelo, cansado de la situación. Kakucho lo abrazo por su espalda, brindándole un poco de cariño, aliviando también el dolor en su garganta, todos ahí estaban atónitos después de las palabras del ángel, Nahoto declaro que en efecto Emma y Shinichiro habían desaparecido y que Hina había ido tras ellos, pero después de ahí no recibió ninguna plumas indicando que en efecto había desaparecido también, Hakkai le pidió a Mitsuya que fueran a casa a buscar sus hermanos pero tampoco había rastro de ellos, al volver atribuyeron a que los que faltaban del grupo estaban en el mismo lugar.

Aunque ara casi imposible creer que alguien pudo capturar a Senju y Kazutora, pues los dos eran bastante fuertes, sin embargo, no era tan descabellado, Mikey sabía que había demasiadas posibilidades como hojas en el árbol gigante del bosque, entonces entendió que en definitiva debía ir por sus hermanos pronto.

—La cuestión es, ¿A dónde? —Baji le cuestiono de manera tranquila mientras permanecía sentado también, Chifuyu daba caricias en su cabello mientras tanto.

—Esa...—Mitsuya se tocó la barbilla, para después chasquear los dedos— ¿Dijiste que Shinichiro estaba con una chica?

—Si...—Izana le contesto ya más repuesto—Había conocido a alguien nuevo viniendo al taller.

—Taiju también había conocido a alguien—Dijo el peli lila pensando un poco más, mientras trataba de hacer memoria—Una rubia muy buena de cuerpo por cierto...

—¿Y tú donde viste eso? —La mirada acusante de Hakkai tenso al más bajo.

—Es que soy igual de chismoso que mi mamá—Suelta con gracia, Mikey jura ver como Draken y Baji ruedan los ojos, nunca entenderá las bromas de familia de los demonios, pues tenía a Baji diciendo cosas raras, a Mitsuya diciendo que se parecía a su mamá y también a Draken de vez en cuando haciendo ciertos comentarios de quienes ya estaban muertos.

Aunque ahora ya no les cría absolutamente nada, en verdad a ninguno de los tres, es más ya solo creía en él, era una jodida sensación de tener que cuidarse de todos y de todo, como tener una espada en el cuello y la pared tras él, estaba escuchando pero a la ve no lo que los demás decían, simplemente se quedó pensando mirando un punto fijo en el horizonte, cuando uno de los colibríes, específicamente uno blanco con pequeñas pecas negras se puso frente a él, este pequeño lo miro con sus ojos amarillos y entonces Mikey le sonrío.

Bajando la cabeza un poco y dejando que la voz de ellos le diera la paz que jamás creyó tener y es que en verdad era así, ahora que estaban completos se sentía diferente, cuando Ran se colgó de su frente abrió los ojos sorprendido, se rio, se rio sacando de las discusiones que tenían.

Hideki (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora