Cinco

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Respira y cuanta a hasta cien, como era posible que todo hubiera acabado así, con las criaturas a punto de soltarse a la guerra

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Respira y cuanta a hasta cien, como era posible que todo hubiera acabado así, con las criaturas a punto de soltarse a la guerra. Con el angel a punto de aniquilar a los presentes, sus hadas a la defensiva y con más implicados de los que es paraba. Sus hermanos mudos ante todo lo que esta pasando y las criaturas que se muestran entre ellos. Con pesa Mikey mira a Draken quien está maquinando una forma de salir de ahí lo más rápido posible.

Pero no se puede, si se atreve a moverse terminarán muertos, atravesados por la lanza de oro que el ser posee, otra cosa que llama más a la atención de Mikey es quien está enfrente de Izana y Emma, una maldición según sus guardianes mencionan, pero el tipo no tiene ni una pizca de deformidad, es más parece un ser completamente normal.

—Ya te dije que no quiero pelea... —la voz fuerte de Draken hace ecos en la habitación, esta molesto, el ni siquiera ha querido meterse en la estúpida guerra.

—Silencio... —suelta a doble voz— No puedes decir eso si...

—Si nada, he abandonado esa causa hace mas de 200 años, no puedes juzgarme por cosas que no han sido mi culpa...

—Los tuyos han causado tantos males...

—Y los tuyos han matado a miles de nosotros que jamas han tocado la tierra... Por el mandato de tu ley han carecido razas enteras... —Draken parece apretar la mandíbula.

—Esta tierra agoniza por interés... Los tuyos no pueden tener la puerta...

—Por última vez... Yo no...

—Escucha Prin...

Pero antes de que pudiera continuar el ruido de otra explosión procedente del exterior hace que todos volteen la vista, Mikey alcanza a ver por la puerta de vidrio de la sala que se ha roto y los vidrios vuelan que el cielo se ha vuelto rojo, la tierra tiembla y de repente el mundo parece caer en tinieblas. Souta y Nahoya ignoran la situación en la sala y salen a mirar pasando saliva con dificultad.

Mikey se ha quedado tras Draken observando todo, Hina sólo mira en esa dirección y luego hacia el chico de cicatriz. Mientras lo apunta con la mano que no tiene la lanza.

—Da tus Razones... —expresa.

—No tengo... Ni siquiera sabía que la llave estaba aquí... —Expresa Kakucho sin tambalear un poco, todo esto mientras Izana y Emma siguen tras el.

—¡TENEMOS QUE LARGARNOS DE AQUÍ! —Expresa Nahoya mientras llega agitado mientras Souta se lleva las manos a ambos lados del rostro.

—Esto no puede estar pasando... —Expresa Draken. Mientras ve cómo por el cielo mil aves negras se ven, parece que todo se va ido a la mierda.

—¿Que esta pasando? —Emma ha encontrado voz después de tanto— ¡Hi-cha! —le grita y está parece mirarla sin expresión alguna.

—El infierno ha venido a Tokio... —Suelta sin más. Mikey mira a las Hadas en busca de respuesta y estos parecen estar en pánico.

Hideki (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora