Hideki (Drakey)

Ocho

Los guardianes del bosque son muy alegres. Eso lo pudo distinguir Mikey, bailan y cantan al ritmo del son de la una flauta y tambores, se la pasan felices rodeados de la vegetación. No cabe duda que los elfos son un tanto peculiares. En lo que pudo observar este pequeño pueblo es liderado por "Pachin", como todos le llaman, le temen más a los ángeles que a los demonios y también molestan a los gemelos cada que pueden. Sin duda el sería feliz viviendo aquí, tan alejado del mundo y tan lleno de magia. Hasta Shinichiro se ha hecho amigo de varios de ellos. Enseñándoles a hacer varias cosas que en la sociedad moderna es muy fácil pero aquí rige como misterio. Se pregunta si ellos ignoran todo lo que está pasando en el mundo, las guerras entre los pasas, la hambruna mundial, las nuevas enfermedades y las plagas. Pará ellos parecen no formar parte de su realidad. Ha de suponer que es así, porque uno es feliz en su ignorancia. Hideki tenía razón cuando dijo que nada es lo que parece, pues la anciana que les ha contado la leyenda del árbol no le teme en lo a absoluto a los demonios. Es más ha pedido tocar al gato negro y Chifuyu se lo ha concedido, mencionando le a Baji que ni se le ocurra arañar la o lo manda a dormir a diera. Cosa que funcionó pues el peli negro se dejó hacer con total tranquilidad.

A petición de Wakasa se quedaron un día más, de ahí viajarían. La cuestión era que este quería estar un poco en paz antes de que el viaje comenzará. Pará ser exactos Mikey no sabía ni como llegar infierno, es más si no fuera por el GPS de su teléfono no encontraría la casa de Hakkai en Tokio. Pero bueno detalles.

Para eso estaba Draken, pues este y Baji eran una vía segura, además de la brújula de Wakasa, sin embargo tenía una duda presente. El conocía la exigencia de la mayoría de criaturas proque Hideki le ha dejado su diario, sin embargo Chifuyu parece saber más que las notas, pues invoca armas y hace pequeños conjuros. Dice demostración la realiza el rubio de ojos verdes cuando la anciana se lo pidió, invocando un pequeño caballo esqueleto, similar al carruaje donde viajaron cuando salieron de Tokio. La anciana de orejas puntiagudas  explicó que era proque: Los demonios son una energía, que fluye del mismo modo que todas las de los tres mundos, que va y viene, siendo así el amo un catalizador, capas de tomar la energía y hacerla fluir a su antojo. Luego le pidiera a su amigo que le explique cómo funciona eso.

Por otra parte Chifuyu estaba más que feliz al par de Takemichi, pues conocer tantas cosas en tan pocas horas les había causado que su cerebro se volviera una máquina de hacer teorías. Entre una de ellas estaba el hecho de que el demonio de Mikey era particularmente calmado. No como Baji, el tejido cualquiera de sus formas era un desastre andante. Un torbellino que goza de molestar a quien tenga enfrente y causar problemas.

Después de la cena Mikey y muchas pláticas decidió retirase, y claro que por supuesto llevarse a su gato con el. Bueno al gigante que era su gato. Porque ni de joda lo dejaría hacer un  desastre como el que Baji hizo. Pues al alardear con los elfos enseñando su Oz, en un giro casi corta a alguien por la mitad. Chifuyu furioso le ha puesto la regañada de su vida y mandado a dormir en seguida. Cosa que resultó muy graciosa para los presente. El demonio de ojos grises era desobediente, mal hablado y burlesco, pero era un verdadero capullo con Chifuyu quien lo tomó en brazos y se lo llevó. Y como pasó, sencillo, después de un buen rato bebieron una especie de alcohol fermentado que los elfos ofrecieron, a Mikey le vasto oler para saber que era muy fuerte. Y era verdad, pues no era una bebida del mundo humano, un vaso y Shinichiro ya estaba fuera de combate. Izana no bebió pero si obligó a Kakucho, pues tenía curiosidad, ¿Que pasa si emborracha un muerto?, pues se vuelve erizo y se queda dormido, no más eso. Mientas que Emma, Takemichi y Chifuyu solo se miraban, arto de la situación después de que Chifuyu se llevara a demonio decidieron irse también. Smiley y Souta...