Treinta

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“Te quiero mucho pero ahorita tengo ganas de matarte”

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“Te quiero mucho pero ahorita tengo ganas de matarte”.

“Honestamente lo merezco, es  mi culpa, no sabia hacer el hechizo”.

No soy un sabelotodo, también puedo cometer errores.

Nadie dijo nada durante el desayuno, ese día en la mañana el  abuelo estaba de vuelta y era el único que hablaba en aquella mesa, diciendo como le fue en la reunión con sus viejas amigos, por otra parte

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Nadie dijo nada durante el desayuno, ese día en la mañana el  abuelo estaba de vuelta y era el único que hablaba en aquella mesa, diciendo como le fue en la reunión con sus viejas amigos, por otra parte. Mikey apenas se podía mantener despierto, se sería agotado desde el día anterior y aunque durmió  bastante no había forma de descansar, o bueno no es que fuera cansancio, la verdad es que sus fuerzas apenas se estaban recuperando, quería seguir durmiendo y olvidar por un segundo que tenía responsabilidades. Al manos ese domingo no quería pensar en muchas cosas hasta después de almorzar, en la mañana Koko le dijo que los dejara dentro del libro, pues su memoria volvería gradualmente, pero después de utilizar aquella transformación monstruosa tardarían al rededor de una semana en recuperar sus fuerzas.

Pues bastarían una horas dentro del libro para que estuvieran como nuevos, supuestamente pero lo dudaba porque el paso del tiempo en el libro era diferente para cada elemental, es raro y aun no lo termina de comprender, mientras podía dejar de pensar demasiado al menos ese domingo, Hina estaba sobre la cabeza de Emma como acostumbraba, Izana por su parte seguro había dejado a Kakucho en su habitación, Shinichiro los escuchaba pero a la vez no, muy seguramente después de todo el desastre que vivieron lo único que querían todos ahí era descansar.

—¿Y ustedes que hicieron el fin de semana? —Soltó el hombre de edad, sus nietos soltaron un suspiro en conjunto, al hombre le extraño la actitud de sus nietos, porque no son precisamente los más tranquilos.

—Nada en realidad, leer... —Responde Mikey con desgano mientras pica su desayuno, sintiendo como Draken duerme sobre sus pies  bajo la mesa.

—Hice unas cosas del taller... —Shinichiro suelta sin desgano mitras toma su café.

—La verdad no hice nada —Izana sigue comiendo con normalidad. Pero su voz suena un tanto más áspera de lo usual.

—¿Te duele la garganta? —Interroga su abuelo—Toma algo para que no empeore —Le ordena. En ese momento Izana asiente mientras sigue comiendo con normalidad.

Hideki (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora