[Capítulo 22]

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Aquél había sido el sueño más profundo que Shen Tingwei había tenido en mucho tiempo. Cuando se despertó, la oscuridad diurna y nocturna frente a él había desaparecido, en cambio había un ligero rayo dorado de luz matutina que entraba por las rendijas de las cortinas desabrochadas, su aliento ya no olía tan repugnante difícil de eliminar, y la columna vertebral no le dolía tanto como de costumbre por la dura cama de madera.

No tenía teléfono móvil y no había reloj en la habitación de invitados de la planta baja, pero en su anterior casa, que estaba mal aislada, podía oír la alarma del móvil de su colega todas las mañanas para saber qué hora era. No tenía ni idea de cuánto había dormido, pero seguía pensando en levantarse temprano para ir a trabajar, así que no se atrevió a quedarse en la cama y se sentó rápidamente cuando se despertó. Shen Tingwei tuvo que admitir que, aunque Lian Jue no era una persona muy buena, era casi considerado y atento en muchos detalles.

Sacó un cepillo de dientes eléctrico de la taquilla del cuarto de baño y estuvo un rato sacudiendo unos cuantos tubos de pasta de dientes de distintos sabores antes de elegir finalmente uno con sabor a naranja dulce. La ropa que había en el armario la había enviado Lian Jue la noche anterior, y cuando pasó la ropa por  sobre su cuello, Shen Tingwei percibió un olor muy tenue a suavizante en ella.

No sabía si realmente había perdido mucho peso, había comprobado dos veces la etiqueta y era su talla habitual, pero la ropa seguía pareciéndole un poco floja y holgada. Presionó sus costillas a través del fino material y éstas parecían más pronunciadas que antes. ¿Podría ser desnutrición? ¿Afectaría la desnutrición al desarrollo del bebé? No pudo evitar preguntarse aquello de nuevo.

Cuando salió de la habitación de invitados, su tía estaba ocupada en la cocina expuesta de espaldas a él y, sin volver la cabeza, le dio los buenos días cuando oyó que se abría la puerta.

- "Buenos días, hermana Li".

Iba dispuesto a limpiar la mesa del comedor, sin embargo, el leve recuerdo de la otra vez invadió su mente, su tía le había dicho que aquél era su trabajo, Shen Tingwei no hizo el ridículo esta vez y fue al salón a mirar el reloj de pared. Todavía era temprano, por lo que Shen Tingwei se sintió ligeramente aliviado al ver que no había nada que hacer en el salón, así que cogió un pastelito de yema de huevo del plato de la mesa de centro y se sentó en el sofá para dar un pequeño bocado.

La tía se fijó en él mientras se giraba para llevar el plato a la mesa y dijo.

__"Oh, ¿por qué estás comiendo bocadillos tan temprano? Tienes hambre, ¿verdad? Es hora de comer".

Shen Tingwei apretó el pastel que acababa de comer, sin saber si debía seguir comiendo o dejarlo. La tía sonrió.

__"Si el señor Shen no tiene nada que hacer, por favor, ve y pídele al señor Lian que baje a desayunar".

Shen Tingwei se paró frente a la puerta de Lian Jue y se entretuvo mientras levantaba la mano y estaba a punto de llamar cuando la puerta se abrió desde dentro. Lian Jue salió de la habitación con los ojos entrecerrados, anudándose la corbata con destreza. A Shen Tingwei le pilló desprevenido y lo esquivó, y los dos chocaron entre sí. Era como si Lian Jue no hubiera esperado ver a alguien de pie delante de su puerta, así que se detuvo en su mano y tiró inconscientemente de la persona que tropezaba delante de él.

- "Lo siento, no estaba prestando atención..."

Se disculpó Shen Tingwei. El fresco y dulce aroma a naranja mezclado con una ligerísima fragancia a leche se adentró en la cavidad nasal de Lian Jue, soltó el delgado brazo de Shen Tingwei, su paso retrocedió ligeramente contemplando a la persona que se había lanzado sobre él tan temprano, y dijo con frialda.

EMBRIAGADO [Traducción] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora