Segunda parte de 𝑵𝒖𝒆𝒗𝒂𝒔 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔
Tú fuiste quien me salvó...
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En un callejón se encontraba un grupo de hombres golpeando a una persona.
Había pasado más de un año. A lo cual cada quién había tomado su propio rumbo.
Para que Kai no se diera cuenta a donde iban Jeongin le tapó tanto como los ojos y idos pra que Kai no supiera a donde sería su luna de miel, ya una vez dentro del avión tomaron asiento. Durante el viaje Kai insistió varias veces para que Jeongin le diera alguna pista de a donde irían, pero Jeongin no le dio ninguna respuesta. Estuvieron hablando por un momento hasta que Kai se quedó dormido mientras tomaba la mano de su esposo. Jeongin le dió un beso en su frente y también durmió.
Cuando el avión empezó a aterrizar Kai intentó asomarse por la ventana pero no conocía muy bien en donde estaban, pero se asustó cuando sintió una respiración en su oreja. Se calmó cuando vió a Jeongin.
— Llegamos — sonrió y se levantó de su asiento.
— ¿Dónde estamos? — también se levantó de su asiento.
— No es un gran lugar, pero quería que vinieras a Australia — empezaron a salir del avión tomados de la mano — . Quiero que sepas como es el lugar donde estuve la mayor parte de mi vida y mostrarte los lugares que hay aquí — fue lo último que dijo antes de que ambos entraran al aeropuerto.
— ¡Jamás pensé que me ibas a traer aquí! — dijo Kai con emoción por lo que le había dicho Jeongin — . Vamos por las maletas, quiero que me muestres todos los lugares a donde ibas.
Ambos fueron por sus maletas, entraron al auto que ya los estaba esperando. Cuando llegaron a su departamento dejaron sus cosas, pero antes de que visitaran los lugares Jeongin le dijo a Kai que tenía que ir a visitar a sus amigos.
Al llegar a la casa Jeongin tocó un par de veces, Kai estaba algo nervioso por saber quienes eran las personas que su esposo le iba a presentar. Al abrir la puerta se encontró con un chico que se veía un poco más mayor que Jeongin y a otro chico con algunas pecas en la cara.
— ¡Jeongin! — gritaron los dos chicos mientras lo abrazaban — . Te extrañamos.
— Yo también — los abrazó — , pero no vengo solo — se apartó de ellos — , les quiero presentar a alguien — ambos chicos se miraron un tanto confundidos.
Jeongin acercó a Kai que estaba detrás de él, ambos chicos lo miraron con detalle y después vieron a su amigo.
— ¿Quién es él? — preguntó el chico de la cabellera negra.
— Bangchan, — se dirigió al chico que le había preguntado por Kai — Felix — miro al chico de cabellera platinada — él es Kai — lo tomo de la mano — . Es mi esposo — mostró su anillo y el de su esposo.
Ambos chicos se vieron fijamente y después miraron a su amigo, continuando con Kai.
— ¿¡Te casaste?! — preguntaron los dos al mismo tiempo mientras se acercaban más a Kai.
— Me llamo Kai — los saludo — . Lamento no haberlos invitado.
— No te preocupes — dijo Bangchan — . Sabíamos que Jeongin tenía a alguien especial en Corea — guiñó un ojo.
— Pero pasen — Felix se hizo a un lado para que ambos pasaran — no se queden afuera — sonrió.
Una vez dentro empezaron a hablar de cosas que hacían juntos, mencionando de vez en cuando a Hyunjin ya que ellos cuatro eran amigos. Jeongin junto con Kai le empezaron a explicar a sus amigos como fue que se llegaron a casar y también les contaron de Hyunjin y el nuevo pretendiente que tenía. Los amigos de Jeongin se despidieron de la pareja de recién casados con un abrazo ya que tenían que salir para que Kai conociera un poco más el lugar.
Cuando salieron de la casa empezaron a caminar, después de un viaje algo largo llegaron al puente de la bahía de Sidney Kai al verlo se sorprendió tomó de la mano a Jeongin y caminaron entre risas y algunos besos. Después fueron al parque nacional Daintree, el tiempo se les pasó muy rápido ya que había anochecido. Estaban comiendo en un lugar que Jeongin frecuentaba cuando vivía en Australia.
Terminaron de pagar la cuenta y fueron a su departamento, tan pronto como entraron Kai se recostó en el sofá boca abajo. Jeongin al verlo se sentó cerca mientras le acariciaba su cabeza.
— ¿Estás cansado? — preguntó dulcemente.
— Algo — se giró para ver a Jeongin — . ¿Y tú?
— La verdad, no — acarició ahora sus mejillas, mientras delineaba con la yema de sus dedos cada detalle del rostro de Kai — . Se supone que eres mas joven que yo ye cansaste muy rápido — se burlo.
— No te burles — le dió un pequeño golpe y guardo silencio.
Jeongin solo veía como Kai se avergonzaba por lo que le había dicho, lo cual le sacó otra sonrisa. Se quedaron viendo así durante algunos minutos más hasta que Kai habló.
— Innie — susurro — , llévame a la cama — extendió sus brazos.
Jeongin se levantó y cargó a Kai de manera nupcial, Kai rodeó el cuello de su esposo y se empezó a sonrojar. Al llegar a la habitación Jeongin lo recostó con cuidado, pero sintió como Kai aún se aferraba a su cuello. Cuando lo miro vio cómo su cara estaba roja.
— Kai...¿por qué estás tan rojo? — preguntó con dificultad.
— N-no se — tampoco sabía el por qué su cara estaba de esa manera — , p-perdón — apartó su mirada.
— ¿T-te sientes nervioso? — carraspeó un poco su garganta.
— Creo que sí, no sé por qué estoy así — se separó un poco, pero aún tenía rodeado a Jeongin del cuello. Mirando cada detalle de su rostro, hasta que llegó a sus labios.
— Kai... — Jeongin se detuvo cuando sintió como Kai lo empezaba a besar.
Jeongin empezó a besarlo también mientras bajaba sus manos a la cintura de Kai. Empezó a bajar sus besos a la barbilla, con sus manos tomó su espalda y lo empezó a acostar con cuidado mientras continuaba besándolo ahora de una manera mas acelerada y necesitada. Empezó a acariciar la piel de Kai cuando logró meter su mano entre la prenda de su esposo. Kai también empezaba a meter sus manos debajo de la ropa de Jeongin.
Ambos se empezaron a quitar la prenda de la parte superior, mientras que cada uno comenzaba a acariciar la piel del otro. Jeongin besaba con cuidado el abdomen de Kai sintiendo como Kai pasaba sus manos por su espalda y parte de su cabello. Llegando a escuchar algunos gemidos que Kai reprimía mordiéndose los labios.
— K-Kai...¿de verdad quieres hacer esto? — preguntó con dificultad.
— S-si.
— ¿De verdad? — acarició su brazo — . No quiero que te sientas presionado, si no estás listo podemos esperar — intentó levantarse de él ya que estaba encima de él, pero Kai lo detuvo.
— Y-yo quiero — hizo una pausa — yo quiero...hacer esto...contigo.
— Yo...igual — sonrió y le dio un corto beso.
Esa fue la primera noche donde Kai y Jeongin se entregaron por primera vez.
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