Capítulo XIV

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-¿Me dais un momento para hablar con alguien? -Preguntó Elia, mientras todos ponían el barco a punto.

-Vale, pero, date prisa.

Elia se acercó a Nyssa.

-¿Te importa venir un momento?

Nyssa resopló.

-Supongo.

-Sé que sigues enfadada con mi hermano pero, te aseguro que aunque se enfadase contigo y tu con él, te ha perdonado lo que quiera que le dijeses y creo que tú deberías hacer lo mismo.

-¿Qué sabrás tú de lo que pasó?

-No gran cosa pero, sé que estar peleado con alguien a quien tienes que ver diariamente es muy incómodo. Malcolm no te mentiría para disculparse, piénsalo un poco, ¿qué ganaría él mintiendo? -Nyssa se quedó callada y Elia consideró ese silencio como un permiso para continuar -no sé porque decidisteis que no hacíais buena pareja y sinceramente tampoco me interesa pero, creo que si deberías confiar en su palabra. Ya sé que es muy difícil darle la razón a una niña de siete años que lleva las muñecas llenas de gomas de colores y una falda de todos los colores del mundo pero, en mi sincera opinión de niña te aseguro que Malcolm es buena persona y aunque no seáis novios podéis ser amigos o simplemente podéis dirigiros la palabra como dos campistas más. Te lo pido como un favor.

-Gracias -susurró, -no lo había visto desde esa perspectiva. ¿Puedes hacerme un favor a cambio?

-¿Cuál?

-Cuida de Harley por mí.

-De acuerdo.

Elia se dio la vuelta para dirigirse al barco.

-Ah, Elia otra cosa. Mucha suerte en la misión.

-Gracias, mucha suerte con mi hermano.

Y se fue corriendo al barco.

-¿Se puede saber porque llevas una falda de colores a una misión? -preguntó Annabeth.

-En primer lugar es una falda mágica y en segundo lugar, como es de todos los colores pega con todo.

-Yo lo digo porque te va a estorbar correr con falda.

-Lo que llevo debajo son pantalones no medias, no me molesta.

Annabeth cogió aire. Iba a ser un viaje muy largo.

El barco despegó.

-Harley, vamos a explorar el barco. He visto en los planos de Leo un montón de escondrijos.

-¡Chicos! -Gritó Leo, al timón. -No uséis fuego dentro del barco.

-Leo, eso ha quedado muy hipócrita. -Dijo Percy a su lado.

-Es que soy hipócritamente maravilloso.

-Lo que acabas de decir no tiene sentido -intervino Piper.

-Claro que sí

Harley y Elia aprovecharon la discusión para irse bajo cubierta.

-¿A dónde vamos primero?

-¿Qué te parece cotillear un poco en las habitaciones para ver cómo son?

-Perfecto.

Caminaron como ninjas (decían que así no les descubrirían) hacia las habitaciones y abrieron la puerta dela primera.

-Esta es de mi hermana -dijo Elia al ver las paredes forradas de planos y libros.

-Vamos a otra.

Dejaron la puerta cerrada y se dirigieron a la siguiente. Era la de Percy, tenía varias ventanas hechas para ver bajo el agua, si estuviesen navegando habría sido muy bonito, pero, como estaban volando daba vértigo, el suelo estaba a mil metros de distancia y seguían subiendo. La habitación estaba hecha un desastre y las paredes estaban llenas de fotos de Percy con su madre (o eso supusieron Harley y Elia), con Annabeth y con su padre.

La nueva Generación [PJO, HoO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora